Amores Peligrosos FLOZMIN

Capítulo 8

"Dulce atracción"

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"Una rápida huida"

*personajes nuevos*

Golpee dos veces, la puerta se entreabrió. Pude ver su rostro de sorpresa ante mi presencia. Lei sonreí leve.

—¿Puedo pasar?—

Asiente dejándome paso.

—¿De verdad eres tu?— pregunta pasmado.

Rio.

—Deberías ver tu cara, es un poema. Pues claro que soy yo, necesitaba ir a algún lado— confieso.

—Y el primer lugar en el que pensaste fue este— sonríe orgulloso.

—Si bueno, este apartamento tiene muchos recuerdos de mi vida— suspiro seguido de un gesto de dolor.

—Ey...— se me aproxima alarmado. —Ven, siéntate aquí— me acompaña hasta recostarme en el sillon. —¿Que tienes Jaz?, déjame ver— le extiendo mi mano, mi cuerpo no dejaba de temblar. —Ya veo, ¿como olvidarlo? tus descargas de adrenalina...¿que pasó para que te pongas así? —me mantuve en silencio y él pareció entenderlo. —Ok, luego me lo contaras, ire por algo para curarte la mano—

Asenti.

—Gracias, Mariano— susurre. Me sonrío.

A los minutos ya tenía la mano desinfectada y vendada, además del medicamento que me había obligado a ingerir para que el dolor disminuyera. Mariano fue una de las personas mas importantes en mi vida pasada, estaba a mi lado cuando mas lo necesitaba, aprendí muchas cosas de él, si bien ambos hacíamos cosas malas siempre cuido de mí y me enseñó a defenderme, principalmente de los que me rodeaban diariamente, nunca se sabía en qué momento podían clavarte un puñal por la espalda. Ambos nos entendíamos, cuando yo necesitaba un espacio el me lo daba y así viceversa.

—¿Y bien, no hay nada que contar?...— se sienta a mi lado entregándome una cerveza. Lo miro. —Como en los viejos tiempo..— sonreí de lado aceptando la botella dando un largo trago. —Vaya, hay cosas que no cambian— ríe. —Me enteré que habías salido...esta todo bien?—

Niego.

—Bueno...— suspiro. —En realidad lo estaba..pero..—

—Pero?..— incita a que continúe.

—Apareció una chica, una chica que me dió vuelta por completo y esta empezando a sacar todo lo que hay dentro de mi, lo bueno y lo malo, me tiene sumamente atrapada y por mas que intente negarme, apartarme de ella...somos como un imán que constantemente, en todo momento nos atraemos y cada vez que estamos cerca la atracción es tan intensa que me vuelve loca...—

—¿Excitante?— bromea.

Lo golpeo asintiendo.

—Si demasiado, mucho mas que eso...— doy un largo trago disfrutando la sensación del alcohol entrar por mis venas.

—Vaya, pero de todas formas no veo el problema— dice confundido. —Todo lo contrario, me parece muy bueno— asiente bebiendo de su botella.

—¿Es broma verdad?— niega. —Mariano, tú me conoces, sabes por todo lo que he pasado, las cosas que he hecho, ¿cómo puedo siquiera pensar en estar al lado de alguien sabiendo que en el dia de mañana pueden matarme o hacerle daño a ella. Con el simple hecho de estar a mi lado ya estaría corriendo peligro, no me puedo permitir eso, por mas fuerte que sea, no puedo— confieso con impotencia.