Amores Peligrosos FLOZMIN

Capítulo 33 (Últimos capítulos)

"Recuerda, no es una despedida"

*Importante leer la nota del final*

Flor

«Mierda», pensé.

«¿Justo en este momento tenia que ocurrir un accidente que corte todo el transito?»

Los bocinazos y el palabrerío de los conductores molestos, quienes asomaban sus cabezas por la ventanilla con intensión de ver hacia donde ocurrió el desastre. Era una verdadera locura.

Tome el teléfono y marque el número de Jazmín. Quizás no pueda contactarme directamente con ella, pero...

«Con intentarlo no pierdo nada»

Sonó una vez, dos, tres...nada.

Frustrada tire mi cabeza hacia adelante apoyándome sobre el volante. De inmediato, las lágrimas se hicieron presente cuando a mi mente, vino la imagen de Jazmín justo antes de que entrar a ese maldito juzgado.

Tal vez no habían pasado horas, pero si las suficiente como para necesitar sentir su piel, besarla y saber que fue lo que ocurrió. Jorge no quiso decir mucho, podía entenderlo, pero la angustia frente a la ignorancia me tiene destrozada por dentro.

El sonido de mi teléfono me sobresalta y de inmediato respondo sin siquiera ver quien era el remitente.

—Ah, Lucho. Dime que saber algo de tu hermana— dije al reconocer su voz.

—No con detalles, la sentencia fue un total desastre. Jazmín tuvo un ataque minuto después del resultado y golpeo a un policía quien la trasladaba—

—¿Trasladar? Eso significa que volverá a prisión...—

—Lamento que te enteres así Flor, yo estoy en camino. ¿Tu dónde estás? —

—¿Deberá cumplir el resto de su condena en prisión? — dije devastada.

—No, no completa. Es mejor que te lo explique su abogado, no quiero enredarte más, insisto ¿Dónde estás? —

—Atascada en medio de una fila interminable de autos, al parecer hubo un accidente. No sé cuánto más demorara esto—

—Escúchame, mantén la calma. Justo ahora estoy bajando del auto, si tengo mas novedades te llamo, ¿Está bien? —

—Te lo suplico— dije con evidente interés.

—Por supuesto que lo hare—

—Gracias Lucho— dije antes de terminar la llamada.

...

Jazmín

«¿Cómo pude ser tan tonta?», maldije internamente por haber golpeado a ese oficial.

—Adelante, solo serán cinco minutos— dijo otro uniformado abriendo la puerta de la misma sala en la que me encontraba.

—Gracias a dios— dije en un suspiro al ver a Lucho entrar por esa puerta. Nos abrazamos.

—Nada de contacto—

«Mierda»

—¿De verdad? — proteste mirando al hombre que lo dijo, con rabia.

—Jaz, esta bien. Ven— nos sentamos. —Mírame a mí— insistió Lucho tomando mi mano por sobre la mesa.

—Lo lamento, no pude controlarlo. Deseaba ver alguien, aunque admito que primero pensé en Flor—