Capítulo 20

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"Secretos"

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Flor

El sonido de los pájaros, el correr del agua y la suave brisa que entraba por la ventana, me robaron una sonrisa al despertar. El calor del cuerpo de Jaz tendido a mi lado me abrigaba y el aroma de su piel provoca cosquilleos voluptuosos en mi interior. Me aferré a su pecho hundiendo mi rostro en su cuello dejando pequeños besitos con la intención de despertarla...

—Mmmm...— balbuceó adormilada.

—Mi amor despierta— reí divertida al ver su rostro de no querer ser molestada. —Vamos...—hago puchero. Rendida me desplome a su lado, volteo mi cara para mirarla una última vez antes de levantarme y dejar un beso en sus labios.

Creí que sería una buena oportunidad para recorrer el lugar. Si bien la casa por fuera no parecía tan grande, al verla desde adentro tenías la sensación de perderte, por más tonto que suene. Contaba con un millón de habitaciones «No el sentido literal», pero se entiende. Algunas simplemente estaban vacías, otras guardaban viejos muebles que al parecer tenían años si usarse debido a la gran cantidad de polvo que se encontraba en su superficie. Todas estaban abiertas a excepción de una, la única puerta que no era de madera sino de metal. Eso llamó mi atención, me acerqué e intenté forcejear un poco, pero toda acción fue en vano. Quizás solamente estaría trabada, pero no creo que este sea el caso. «Supongo que más tarde tendré que preguntarle a Jaz», pensé formando una mueca en mis labios.

—Flor? —

Era Jazmín, se veía tan adorable con su cabello alborotado y sus farolitos mirándome fijamente.

—Bebe!, buenos días— con una amplia sonrisa me acerque a ella rodeando su cuello e inclinándome para besar sus labios.

—Buenos días princesa— respondió con dificultad llevando sus manos a mi cintura atrayéndome posesivamente hacia ella. —Mía...— gruñó separándose y tirando hacia ella de mi labio inferior.

—Tuya— asiento con una sonrisa traviesa.

—¿Que hacías por acá?, me asusté mucho cuando no te vi a mi lado— en sus ojos veo preocupación y cierto temor en su voz.

—Pero...estoy aquí. ¿Acaso crees que me iría después de la hermosa noche que pasamos juntas? — sonrío de lado acariciando su mejilla.

—No lo sé, últimamente temo perderte y no sé qué haría sin ti—

—Ay, eres toda una romántica Del Río— ambas reímos.

—Tú me has transformado, pero no quiero aburrirte ahora con las mismas palabras siempre—

—¡No digas tonterías!, todo lo que me dices me hace sentir especial...—

—¡Y lo eres!, y no sabes cuánto. Te amo...— susurra leve antes de besar mis labios fugazmente.

—Yo también te amo— asentí. En cuanto nuestros labios se distanciaron vino a mi mente por qué yo estaba aquí antes de que Jaz despertara. —¿Puedo hacerte una pregunta? —

Asintió curiosa.

—¿Qué hay detrás de esa puerta? — me volteo para señalarla. En cuanto sus ojos se centran en ella su rostro se vuelve serio y su mandíbula se tensa. —¿Jaz? — llamo su atención y sus ojos se posan nuevamente en mí.

—Eh...no, no hay nada— dice seca.

La miro extrañada.

—¿Segura? —

Amores Peligrosos FLOZMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora