Amores Peligrosos FLOZMIN

Capítulo 15

"Verdades"

Jazmín

«¿Quién se cree que es?», pensé. Salí furiosa de la habitación tras lo que Florencia me había contado sobre Daniel. Es increíble cómo se puede pasar de estar sintiendo todo lo lindo del mundo, y que de repente la burbuja se rompa. Me adentro a la habitación de Daniel para enfrentarlo, pero parece no haber rastro de él por ninguna parte. Flor llega a mi lado, nos miramos extrañadas al darnos cuenta de que la cama estaba en perfectas condiciones, por lo que no fue tocada en toda la noche.

—Claramente él no pasó la noche aquí— bufe molesta. —Iré a hablar con Lucho— salí apresurada y bajé las escaleras encontrándome con mi hermano en la cocina. —Ey! Daniel pasó la noche aquí? — se voltea revelando el vaso de jugo en su mano.

—Buenos días chicas, y no, Daniel no pasó la noche en la casa. Apenas ocurrió lo que ya sabes, fue a su habitación, estuvo un rato y luego se marchó igual de molesto, que ya sabe Flor— la señaló.

—¿Tienes idea de a dónde fue, dijo algo? —

Niega confundido.

—No, no dijo nada. Pero... ¿pasó algo? —

—¡Siempre pasa algo Lucho!, quiere intentar quedarse con lo que es mío por derecho, quien sabe qué estará haciendo en este momento para dejarme sin nada. ¿Puedes creer que es medio hermano nuestro? —

Su rostro palidece y comienza a toser con incomodidad.

—No me digas que... ¿tú lo sabias!?— me cruzo de brazos y él asiente. Su mandíbula se tensa evitando mirarme. —No me lo puedo creer— exclamo. —¿Como pudiste ocultarme algo así Lucho? —

—Lo siento, no pensé que él quisiera hacer algo así— intenta disculparse.

—Ya es tarde, las disculpas no sirven— lo miro con decepción. —¿Sabes si mamá está en la casa? —

—Si, está en su habitación— asiente cabizbajo.

—Gracias— digo sarcástica. Me volteo tomando la mano de Flor subiendo juntas por la escalera.

—¿No crees que fuiste un poco dura con tu hermano? —

—No, no lo creo. Sabes que una de las cosas que no soporto son las mentiras—

—No puedes culparlo, quizás no lo sabe hace tanto, él siempre fue muy leal contigo—

Hago caso omiso a sus palabras y no respondo. Al llegar al tope de la escalera nos cruzamos con mi madre quien nos mira atentamente. Su visión desciende a nuestras manos entrelazadas. Antes de que pueda decir algo decido reclamar.

—¿Hay algo más que yo deba saber? — alzo la voz. Siento como aprietan fuerte mi mano y se que es ella, mi princesa intentando tranquilizarme.

—¿De que estas hablando hija? — pregunta desentendida.

—¿Hija?, ¿Quién me asegura que yo soy su hija? ¿Como pudo ocultarme que Daniel no es su hijo? —

Me mira pasmada.

—¿Como sabes eso? — suena dolida.

—No importa como lo sé, no debía ocultarme algo así señora. No pienso dejar que el se quede con lo que es mío— sin decir nada más salgo de ahí dejándola con la palabra en la boca.

...

En algún lugar...

—¿Está todo listo para hoy? —