Amores Peligrosos FLOZMIN

Capítulo 36 EPÍLOGO (2/2)

EPILOGO (2/2)

"I do"

Jazmín

—Mierda chica, estás hecha un manojo de nervios— dice mi compañera Natalia entrando con las demás colegas a la habitación del hotel donde me prepararía antes de partir a la iglesia.

Y si, era cierto. Parecía una gelatina humana.

—No les voy a mentir chicas— admití con una sonrisa forzada, mientras me miraba al espejo arreglándome el traje que luciría en mi casamiento.

—He ganado chicas, Jazmín usará traje, me deben 10 dólares cada una— dijo Agustina celebrando. No pude evitar reír y voltearme a ver a Amelia y Natalia con cara de sufrimiento.

—¿De verdad apostaron si yo usaría traje o no? — rio.

—En verdad apostamos si usarías traje o vestido, y ahí está la prueba— sonrió señalándome.

—Vaya chicas, gracias por distraerme un poco. Creo que soy una cobarde— confesé jugando con mis manos.

—¿Qué quieres decir? — empezó Natalia.

—¿No estas seguras de casarte? — finalizó Agus.

—¡NO! No es eso— negué rotundamente. —Dios, amo a Florencia mas que a nadie en este mundo, y lo que más quiero es formar una familia juntas—

—¿P-pero? — supuso Amelia.

—No estoy segura de que haya un "pero", supongo que son sentimientos del momento. Jamás creí que me casaría, supongo que nunca lo espere, al menos no hasta que Flor apareció...Dios, no pueden imaginarse lo enamorada que estoy de esa mujer— me sonrojo leve.

Las chicas asienten con una enorme sonrisa en sus rostros y de inmediato me abrazan. En eso, se escucharon dos golpes en la puerta y a través de ella aparece el oficial Aron.

—Ey del Río! ¿Estás lista para el gran día? — sonríe acercándose a nosotras y nos estrechamos las manos.

—¿Acaso vinieron todos? — pregunto confundida.

—¡Claro que sí! Los muchachos están abajo, esperando por las damas claro... —

—¡Acá sobran Casanovas! — grito Amelia y todas reímos. En cambio, el rostro de Aron no expresaba lo mismo.

—Vamos chicas, hoy es el casamiento de nuestra jefa, acepten ser nuestras acompañantes— dijo casi que suplicando sin quitar la vista de Agustina quien con nerviosismo esquivaba su mirada.

—Eh...¿Aron?, puedes dejarnos un momento a solas, enseguida bajamos— asentí, sin mucho que decir solo accedió y se retiró de la habitación.

—¿Qué fue eso Agus? — la observé de reojo mientras pasaba a su lado de camino a mirarme nuevamente al espejo para colocarme la chaqueta.

—¿Qué nada? — confesó disimulada y al final dijo. —Las esperare abajo—

—Mmmm, de seguro va a hablar con él— dijo Natalia mirando con enojo hacia la puerta por donde había salido su amiga.

—¿Por qué te molesta? —

—No quiero que la lastime— asiente con firmeza.

—¿Pero si permites que ella te lastime a ti? — doy media vuelta permitiéndome mirarla a los ojos.

—No se de que hablas— se cruza de brazos y su postura es indiferente.

—No nos niegues que de verdad te gusta Agustina— sonríe Amelia abrazándola por detrás y colocando el mentón hombro de su compañera.