Capítulo 19

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"El amor tiene cara de mujer"

*En su momento fue el capitulo que  todas esperábamos en "Las Estrellas". Hoy también lo es, por eso me pareció lindo darle este nombre al capítulo 19. Disfrutenlo, espero sus mensajes mas abajo*

Jazmin

Sentir su espalda desnuda pegada a mi pecho, poder abrazarla y deslizar mis manos lentamente por sus brazos, hasta llegar a las suyas y entrelazar nuestros dedos, acariciarla con delicadeza disfrutando la sensación de su piel me hacía sentir completa. Nos complementábamos de eso no había duda, como dos adolescentes viviendo a pleno su amor y el deseo.

—Te amo— le susurro sensualmente en el oído mordiendo luego el lóbulo de su oreja.

—mmm...también yo Jaz— sus labios entreabiertos soltaron un suspiro excitante. —Me haces sentir tan bien...— dice jadeante notando su respiración irregular.

—Estoy dispuesta a complacerte...siempre— llevo mis manos a su cintura atrayéndola más a mí. Su trasero choca con mi sexo provocando un gruñido de mi parte. —Me complace saber cómo reaccionas a mis caricias, todo tu cuerpo me está volviendo loca mi amor— mis dedos se deslizan explorando todo su cuerpo mojado, por el agua de la bañera que nos cubría. Mis labios se centraban en humedecer la zona de su cuello mientras que mi lengua caliente se deleitaba con el sabor de su piel.

—Dios...— gime cerrando sus ojos y su cabeza se hecha hacia atrás.

Inclino mi rostro al suyo acariciándonos mejilla a mejilla, el olor de su piel era completamente embriagador y sumamente fascinante que lograba excitarme sin ningún tipo de piedad. Abrimos nuestros ojos conectándonos por unos segundos más...

—Princesa... ¿estas segura de esto? — susurre perdida en su mirada, simplemente esperando una aprobación de su parte para dar juntas el primer paso.

Su mano se posó en mi mejilla y una sonrisa se formó en sus labios.

—Todo lo que necesito y quiero esta aquí...a ti. No tengo razones para decirte que no, principalmente porque estoy completamente enamorada, me gustas mucho Jaz, cada parte de ti me hace feliz, me siento como nunca antes, con ganas de todo, quiero ser tuya completamente. Ámame, por favor...— finaliza sellando mis labios.

Gustosa no dudo en responder. Sus palabras me conmovieron acelerando mi corazón, nuestra primera noche juntas.

—No sabes cuánto esperé este momento— dije entre el beso sin separarme demasiado.

Posicione su cuerpo sobre el mío dejando que nuestros centros se rozaras excitantemente. Sus manos se enredaban en mi cabello alborotado. Nos besamos por última vez antes de que su rostro se entierre en mi cuello jugando con su lengua traviesa en mi piel.

—Vayamos a la cama...— se oía como una orden. Sonriente acate tu petición. Colocando mis manos en su trasero me levante de la tina con ella pegada a mí. Nos deje caer sobre la suave superficie que nos acogía limitándome a observarla con fascinación. Su pecho subía y bajaba, ante mi tenía la hermosa imagen de su cuerpo al detalle por lo que me propuse disfrutar.

—V-ven aquí... ¿Te gusta lo que ves? —

«Si, realmente sí», asentí estática parada frente a ella.

Mis ojos recorrieron su figura comenzando desde sus piernas hasta su rostro. Allí me detuve al ver que tenía un dedo entre sus dientes mordiéndolo con picardía. Con su mano libre comenzó un recorrido desde sus pechos, estimulando sus pezones con caricias y leves pellizcos que hacían agua mi boca. Estaba jugando y eso me gustaba.

«Veremos hasta qué punto llega», le sonreí con aprobación para que siguiese. La verdad no sabría decir cuanto más podría controlarme y no saltar sobre ella ahora mismo.

Sali de mis pensamientos cuando oí un fuerte gemido escapar de sus labios, con su espalda arqueada se retorcía sobre la cama, su mano se deslizaba hacia abajo llegando su sexo donde comenzó tortuosos movimientos.

—Quita la mano de ahí...eres muy traviesa, ¿sabías? —

Sin resistirme tome sus ambas manos y la lleve por encima de su cabeza. La bese con deseo, la necesidad de sentirla era todo lo que mi cuerpo pedía. Escuche su risita y eso me tranquilizo, la idea de llegar a ser demasiado brusca me atemorizaba.

Lo siguiente fue dejarnos hacer, que nuestros cuerpos se encontraran por primera vez.

Estimule su clítoris por unos minutos antes de entrar en su interior, sus gemidos eran como música para mis oídos, verla tan expuesta y retorcerse debajo de mi era muy complaciente. Deje de besarla para dejar mi atención en sus pezones, los bese y mordí tal como a ella le gustaba. Descendí por su abdomen hasta llegar al punto del placer, rocé la zona fugazmente con la lengua provocándola estremecer. Me sumergí en sus labios vaginales, besando y lamiendo todos sus fluidos.

Flor apoyo su mano en mi cabeza jugando con mi cabello para evitar que me aparte de allí. En cuanto sentí que su interior se contraía alrededor de mi lengua deje de estimularla y subí hasta su rostro para besarla y que se probara a si misma de mis labios. Coloque dos dedos en su interior con movimientos constantes que debido a su humedad resbalaron con facilidad.

—No te contengas bebe, libérate para mí— susurre jadeante rozando nuestros labios. Me atrajo hacia ella eliminando nuestra distancia. Nuestras lenguas danzaban a la par, el gemido del éxtasis final llego dentro de mi boca. Quite mis dedos de su interior y me separe de sus labios con intención de llevármelos a la boca, pero sus movimientos fueron más rápidos que los dirigió a la suya.

—Dios...— gemí llegando al orgasmo ante aquella imagen. Sus mejillas se veían sonrojadas y sus ojos me veían con inocencia como una niña pequeña. —Eres increíble...muy sexy y tan linda— dije riendo. —Me acabo de correr con solo verte, ¿Te das cuenta? —

—Lo sé, soy..."Sexy y linda"— dijo imitando mi voz.

Soltamos una carcajada.

—Estoy muy feliz, fue muy hermoso— dice sonriente.

—También yo princesa, jamás había hecho el amor con nadie— asiento con emoción.

—Y yo jamás había estado con una mujer sexualmente, para mi también es una primera vez—

—Nuestra primera vez entonces...—

—Me encantaría ir por la segunda, es mi turno de complacerte...— murmura mordiendo su labio inferior.

—No hagas eso— rio negando. —Hoy eres mi prioridad, ¿crees que ya no me complaces? —

—Quizás no de la forma que me gustaría...quiero tocarte, lo necesito, por favor bebe...— suplica haciendo puchero.

«¿Como podía negarme?», suspire.

—Te prometo que mañana seré toda tuya, hare todo lo que me pidas, pero hoy...hoy mando yo— dije con voz seductora refugiando mi rostro en su cuello.

—mmm, está bien— me toma por el cabello y tira de este obligándome a que la mire. —Vamos por la segunda entonces...soy tuya—

—Esa es mi chica...—

Seguramente lo que menos haremos esta noche sea dormir, solamente nos fundiremos una en la otra y haremos el amor tantas veces como sea posible...

Amores Peligrosos FLOZMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora