capítulo 3 - el problema de Oliver (parte 1)

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Miércoles 10.30 am

(Carol Sykes)

-no tenías que acompañarme mamá.-dijo mi Oli.

Suspiré relajandome.
-siempre dices eso y ya sabes mi respuesta. -le respondí y lo miré. Sus ojitos oliva se posaron en mi- lo hago porque te amo.

-también te amo mamá. -respondió.

Oli está muy triste lo sé. Aunque dice que está bien, aunque dice que puede hacer las cosas por su cuenta. Desde que Andrew se fue, él no ha vuelto a ser el mismo.
¿y quién podría culparlo?
Conocía a su novio desde sus 15 años. Vivían juntos y murió justo el día que preparamos su fiesta de compromiso. 
Cada vez que veo a Oli sentado mirando a la nada sé que repasa ese día una y otra vez por su mente. Yo también lo hago, porque ese fue el día en donde la vida de todos cambio.

-Oliver Sykes.

Miro hacia la puerta. El psicólogo lo estaba llamando.
Mi Oli se levantó y caminó hacia el consultorio.

Ya pasó un año y medio desde que venimos con la esperanza de que Oli vuelva a ser el mismo chico divertido de antes. Es duro verlo así, él ya no habla de nada, ya no llama a sus amigos ni sale de fiesta, antes solía sentarse a mi lado por las noche, veíamos mis programas en el televisor y él criticaba cada uno de ellos, incluso extraño eso. Mi hijo ya no es feliz.

Si pudiera retroceder en el tiempo le pediría de rodillas de Andy que organizemos su compromiso en el departamento que compartían, que no sea un buen novio, que no quiera sorprender a mi hijo con cosas hermosas por él.

Recuerdo aquel día.
Había ido con Tomy a la casa de Jordan Fish, que vive a unas calles de nuestra casa en Orange.

Había sido una mañana laborioso. Recuerdo que el mejor amigo de Andy, Ashley nos estaba organizando para repartir las tareas. Andy y Oliver iban a tardar tres horas y media en llegar, porque Andy lo llevaría a un lugar especial para pedírselo. Así que mientras nosotros debíamos acomodar todo porque para el mediodía debíamos organizar todo para el almuerzo que sea parte de la fiesta.

Los amigos de mi hijo habían llegado desde Inglaterra y se unieron para ayudarnos con todo, al igual que el resto de los amigos de Andrew.
Recuerdo que ese día pensé que los padres de Andy eran un poco irresponsables por tardarse en aparecer. Yo estaba riendo mientras la señora Fish regañaba a su hijo por haber comido un poco de pastel sin permiso, cuando la señora Biersack me llamó. Recuerdo que no entendía nada porque gritaba y lloraba, no podía calmarse y no sé porque pero en ese momento yo también empecé a llorar.

Oli y Andy venían de camino cuando un camión embistió su auto. Yo odiaba ese auto, era un auto compacto, nunca entendí porque ellos vendieron sus autos para comprar algo tan pequeño.

Andy murió al instante, y nos sorprendió muchísimo que mi hijo no haya tenido el mismo destino porque el camión lo embistió de su lado. Oliver estuvo 6 meses en coma, estuvo tres meses en silla de ruedas, estuvo un año completo sin hablar y ya son dos años en los que no sonríe.

Aunque no hable del momento sé que lo recuerda todo. El psicólogo logró que Oliver hablara pero aún así no es lo mismo.




(En ese mismo momento...)

(Dr. Hetfield)

Oliver Sykes ya estaba acomodado en el diván y yo en mi sillón. Agarré la libreta que usaba para Oliver y saqué mi bolígrafo de mi bolsillo.

-cuentame Oliver ¿cómo has estado?

-bien. -respondió. El tono de su voz era el de siempre. Apagado, no notaba ninguna variación en su habla.

muerto por dentroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora