(Oliver)
-sabía que estabas enfermo. Lo peor es que además de volverte una carga para mamá... -su forma de hablar era bien articulado y bajo- ahora te vuelves una carga para todos. Y sabes de lo que te hablo. Mamá tiene que cuidar a su gran bebé de 20 años.
Me quedé callado mirando al suelo que en ese momento me parecía increíblemente interesante. Era eso o mirar la dura expresión en el rostro de mi hermano. Tom podía ser un verdadero mal nacido cuando quería.
-nisiquiera estudias y nisiquiera trabajas, como para decir que haces algo de provecho con tu vida. No lo haces. Das pena Oliver.-remató su reproche con un siseo de molestia.
Contuve mi respiración. Odiaba esto... no quería más nada de esto. Nisiquiera hablo con nadie para que no me traten mal. Ni mal Ni bien y al final siempre es inevitable.
-¿en serio, hermano? -dijo en un tono más alto- ¿ese chico se murió y ahí acabó toda tu vida?
Fruncí el ceño y levanté la mirada hacia él. Una cólera ardiente crecía en mi pecho. No quería golpearlo. No debía pero si seguía hablando estaba seguro de que tiraría la cordura al tacho de basura.
-hay más chicos en el mundo.-dijo con una voz más suave.
-cállate. -murmuré rápidamente- cállate porque te juro que te mataré.
-eres patético.-volvió a sisear.
Le sostuve la mirada.
Esto no podía ser real. Mi hermano no podía estar tratándome así.Recordaba aún las veces que solíamos jugar juntos. Las veces que me pedía para salir conmigo y con mis amigos, las veces que convencí a mis padres de poder sacarlo conmigo porque no lo dejaban por ser más joven. Las veces que lo cuide... y así al final para él parecía no significar nada.
Él no resistió mi mirada, así que decidió irse.
Abrió la puerta de la sala de hospital en la que estaba y se salióTuvieron que coser algunas de mis heridas. Yo no quería dañarme, quería sacarlos de mi...
Ahora tenía 23 heridas heridas en mi cuerpo,13 estaban cosidas.Me ingresaron a urgencias. Presiento que van a internarme, pero no aquí, si no en un lugar más apartado del resto del mundo.
Suspiro.
Aquí es donde se termina mi historia, supongo.Mi madre entró por la puerta junto a mi psicólogo. Esto es extraño.
-Hola Oliver ¿cómo te sientes? -me pregunta mi psicólogo con su particular tono tranquilo.
-bien. -dije.
Le di un rápido vistazo a mi madre. Sus ojos brillan. Está triste.
Volví a mirar al psicólogo.
-bueno... -dijo él- necesito que hables con sinceridad. Así podremos ayudarte Oliver. -yo asentí- dime Oliver... ¿por qué te lastimaste?
Yo bajé la mirada. Iban a tomarme por loco.
Quizás éste era el momento donde debía aclarar todo lo que pasaba por mi mente o quizás éste era el momento en donde debía mentir. ¿pero como iba a mentir? No hay justificación válida para lo que me hice.-tengo... -hice una pausa. Debo buscar las palabras exactas para explicarlo- tengo la sensación de que hay gusanos bajo mi piel.
La sala se quedó en silencio. Ellos no dijeron nada y no quise ver la expresión en sus rostros.
-¿nunca fue tu intensión hacerte daño, no? -preguntó mi psicólogo.
-bueno. La intensión no era exactamente esa. -dije en voz baja.
-Oliver... ¿hay algo más que nos quieras decir?
Suspiré. No sabía cómo expresarlo pero intentaba ser directo.
-cuándo desperté del coma... pensé que estaba en un ataúd. No podía moverme ni hablar. Se supone que eso era porque me faltaba despertar el sistema motoro. -miré mis manos que estaban apoyadas en mi regazo y seguí hablando- ...y cuando volví a casa, todo cambio. Tom, mamá y mi papá me trataban diferente. -levanté la mirada- ¿cómo es posible que nadie me hable de Andy? Nisiquiera hay fotos suyas en casa. ¿qué pasó con él?Vi los ojos de mi madre cristalizarse.
-hijo... Andy no resistió el accidente. Ya lo habíamos hablado.-y no tengo nada para recordarlo. -dije rápidamente. Sentí un nudo formarse en mi garganta y un vacío aparecerse en mi pecho- es como si Andy nunca hubiese existido. -sentí mi voz quebrarse- ni él, ni nada que me lo recuerde. Entonces quizás esto... -toqué la camilla en la que estaba sentado- quizás nada es real. Quizás ya estoy muerto.
-Oli no estás muerto.-dijo mi madre en voz baja.
-eso parece... -dije y cerré mis ojos un momento- no sé, he pensado en muchas cosas y... estoy tratando de averiguar que sucede conmigo. A veces... -los miré. Mi madre estaba preocupada. Mi psicólogo se mantenía neutral- ...nada. -dije finalmente.
-todo esto puede pasar Oliver. -dijo el doctor Hetfield- no diré que es normal porque no lo es. Pero podemos tratarlo. Te seré franco porque ya eres un adulto Oliver, pero todo lo que dices que te sucede me hace pensar en algo en específico. -mi madre y yo lo miramos expectantes- ...son casos raros pero puede pasar que después de un accidente traumático, la víctima de dicho suceso pueda sufrir cambios en su psiquis. Hay gente que desarrolla diferentes síndromes y creo que tú desarrollaste el síndrome de Cotard. -no entendía pero sólo lo quedé mirando expectante a lo que estaba por decirme- Oliver, todo lo que sientes, todo lo que piensas no es real. Tú estás vivo y lo que hace éste síndrome es hacerte creer que no lo estás. ¿has tenido otros tipo se alucinación aparte de los gusanos?
Mordí mi labio inferior. Esto no podía estarme pasando a mi... nisiquiera sabía si esto tenía algún sentido.
-a veces... no entiendo cómo pueden... estar cerca mío... -dije y sentí mi mirada nublarse. Cubrí mi cara con mis manos para que mi madre no me vea- me estoy descomponiendo y parece que no lo huelen... -sentí unas lágrimas caer sobre mis mejillas y el vacío en mi pecho extenderse.Escuché un sollozo por parte de mi madre, así que decidí secar mis lágrimas y me enderecé en mi lugar. Sería fuerte. Mi madre no me crió para que sea débil, no debía serlo frente a ella.
Aún lo sigo dudando. Aún no me creo que esto pueda ser real. Esto es como un limbo estoy en el límite entre el cielo y el infierno. Quizás debía fingir que me creo sus palabras o quizás debería creermelas. Pero es que es difícil determinar lo que es real. ¿qué es la realidad? ¿aquel mundo en el qué nacemos y vivimos? ¿es la vida que la mayoría de la gente afirma que es real? Pero todos mienten. Ahora mismo mi psicólogo puede estar mintiendo y puede estarme diciendo que yo estoy equivocado, todos podrían decirme que estoy equivocado, pero yo siento mis organos no reaccionar, yo siento frío, yo siento los gusanos bajo mi piel, yo siento el olor putrefacto desprenderse de mis poros y quizás el mundo sea una ilusión, quizás todo esto sea el último recuerdo que mi mente proyecto antes de morir. Y quizás ya morí y vivo en éste recuerdo eternamente.
-podemos ayudarte Oliver. -dijo mi psicólogo- sólo debes seguir mis recomendaciones.
Asentí lentamente con la cabeza y vi a mi madre secar sus lágrimas con un pañuelo que sacó de su bolso.
Seguiría el juego. Veré hasta donde llegaré con todo esto.
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muerto por dentro
Fanfiction(Kelliver) ¿Alguna vez te has preguntado si existe el límite entre morir emocionalmente y morir físicamente? Existe un límite donde sigues vivo pero sientes el frío y el ahogo de la muerte. Sientes que vagas por el mundo sin sentido alguno y pierde...