Viernes 8 am
(Oliver)
Algo olía mal... me daba escalofríos. Abrí mis ojos, tenía esa asquerosa sensación bajo mi piel. No podía ver nada pero sabía que estaban allí. Lo sentía, aún me recordaban que nada de esto no era real.
Miré a mi lado. Estaba Sam. Dormía plácidamente.
Me levanté rápidamente. No podía creer el verlo dormir a mi lado tan tranquilo. La peste no lo despertaba.
Cubrí mi nariz y fue peor, siempre es peor.
Fui rápidamente hacia mi baño. Puse el tapón en la tina, dejé correr el agua caliente y comencé a desvestirme. Fui a buscar una máquina de afeitar descartable que habían en una de las repisas y me acerqué de nuevo a la tina.
Era otra vez yo. Otra vez tenía el olor rancio y putrefacto, otra vez sentía esos escalofriantes cosquilleos bajo mi piel. Todo era tan falso y nadie lo sabía, sólo yo lo sabía.
Me metí a la tina. El agua me quemó la piel pero sabía que mientras más caliente estuviera, más limpio quedaría. Agarré las botellas de shampoo y empecé a vaciar su contenido en la tina.
Ya estaba harto de esto. Sin importar lo que hiciera siempre regresaba la hedionda peste.
Estaba harto de sentir el repugnante cosquilleo bajo mi piel. Pero descubriría lo que lo ocasionaba aunque estaba seguro de lo que era... tenía que sacarlos uno por uno.
Tenía que matarlos y sacarlos de una vez.
Agarré la pequeña máquina de afeitar y comencé a desarmarla. Era fácil romper el plástico y sacar la navaja. Cuando lo logré, miré mi antebrazo izquierdo, volví a sentir el cosquilleo y presioné la navaja sobre mi piel.
Solté una queja y seguí cortando mi piel, necesitaba levantarla y ver que había debajo.
Use la navaja como espátula para poder ver que había debajo de mi piel pero la sangre que comenzaba a salir no me dejaba ver.
Sentí el cosquilleo en mi hombro derecho, así que agarré la navaja con mi mano izquierda e hice un corte profundo en mi hombro, intenté ver que había debajo de mi piel y no vi nada más que sangre.
Solté un jadeo de dolor y sentí el cosquilleo en mi pecho, así que hice una incisión ahí. La sangre salía y no podía ver nada.
El putrefacto olor aún invadía en la atmósfera y el cosquilleo se sentía en todo mi cuerpo. Está vez era más intenso así que comencé a hacerlo con más rapidez.
Hice tres cortes en mi muslo izquierdo. La sangre salía pero no podía ver nada.
Apreté mis dientes y fruncí el ceño. Me molestaba no lograr verlos.
Hice cuatro cortes profundos en mi antebrazo derecho. Y no había nada.
Era una mierda no poder encontrar lo que estaba buscando pero estaban ahí... yo los sentía. Sentía que estaban ahí.
Golpeé el agua rosada con furia y seguí buscando, tenía que seguir buscando.
(Narrador omnisciente)
Las sensaciones bajo la piel de Oliver disminuyeron a medida que el dolor se abría paso. Por sus múltiples cortes había entintado el agua de un color carmín, aunque eso no le importaba ya que por el momento estaba ocupado intentando liberarse de lo que se estaba llevando su cordura.
Unas pequeñas quejas ahogadas despertaron a Sam.
Entreabrió sus ojos celestes y se incorporó lentamente en la cama. Observó que Oliver no estaba junto a él así que salió de la cama y caminó rápidamente hacia el baño que era donde provenían esos ruidos.
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muerto por dentro
Fanfic(Kelliver) ¿Alguna vez te has preguntado si existe el límite entre morir emocionalmente y morir físicamente? Existe un límite donde sigues vivo pero sientes el frío y el ahogo de la muerte. Sientes que vagas por el mundo sin sentido alguno y pierde...