capítulo 5 - historias de Orange

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Jueves 9 am

(Oliver)

Sentí un peso caer encima mío. Desperté pero no abrí mis ojos.

-mmh... Oli hazme tuyo...

Joder no. Esa maldita voz la conozco.

-oh Oli la tienes tan grande.

-que fastidio. -murmuré.

Era bueno tener un despertar así. Más porque Micky estaba haciendo sus estupideces como siempre. Intentaba hacerme reír.

-Nicholls... déjalo. -esa era la voz de Jordan.

Abrí mis ojos y ahí vi a Matt encima mío, detrás de él estaba Sam y Jordan.

-vinimos a pasar el día. -dijo Sam con una sonrisa.

-hace rato no los veía. -dije intentando sentarme pero Matt no me lo permitía.

-hace rato que ninguno se junta con nadie. -dijo Jordan.

Matt intentó besarme. Puse mi mano en su boca para apartarlo. Finalmente lo logré.

-bueno pero me debes una buena follada Sykes. -dijo Micky levantándose- te esperamos abajo.

-si. Trajimos la consola así que vamos a jugar. -dijo Jordan.

Matt y Jordan salieron de la habitación, pero Sam se quedó un momento más y se acercó rápidamente.

Yo lo miré.
Siempre que se quedaba un momento más era para decirme algo.

-amigo, no me preguntes por qué pero tu hermano no me da buena espina.

Eso me hacía sentir bien, no sé bien porqué. Yo no quería odiar a mi hermano pero que alguien más notara que se ha vuelto un idiota era un alivio.

Sam se alejó y empezó a caminar para salir de la habitación.

Yo me levanté y fui a hacer mi rutina matutina. La verdad estaba cansado, dormí nada más 4 horas.

Me parecía increíble cansarme, pero pasaba.

Sam era muy perceptivo. De entre todos mis amigos, él junto con Lee eran los que más observaban y más sabían de las cosas que sucedían alrededor. Es sorprendente lo que uno puedo enterarse con tan sólo callarse y observar, las emociones de la gente a veces se reflejan en su rostro o en su mirada. Hay gente transparente y otros más difíciles de descifrar.

Terminé de bañarme, me vestí y salí.

En el corredor me encontré a Tom que subía las escaleras.

Debería decirle algo, debería golpearlo y decirle que es un desgraciado o lo que sea, pero me limitaré a pasar de largo.

Ambos nos ignoramos.
Es un maldito, nisiquiera me pide disculpas.

-Oli... -lo escucho llamarme en voz moderada y baja.

No me detengo, sigo caminando a mi ritmo.

-no se lo digas a nadie. -dijo.

Contuve la respiración.
Esa mierda dolía.
Seguí de largo y bajé las escaleras.

Me encontré con un lindo panorama al estar abajo. Mis amigos estaban instalados en la sala desayunando. La mesa de café estaba abarrotada de comida.

Sam y Jordan estaban sentados bebiendo café y Matt estaba chupando el respaldo de un sillón.
Joder que extraño era eso.

Matt vio que lo miraba y dejó de chupar el respaldo.
-lo siento amigo pero se me ha caído una buena porción de membrillo y no tenía con que limpiarlo.

muerto por dentroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora