(Narrador omnisciente)
Hace 12 años.
Un pequeño niño de 7 años iba corriendo por los corredores del Instituto, sus cabellos rubios se meneaban al viento al ritmo de sus apurados pasos, sus ojos celestes estaban cristalizados y su rostro sonrojado de tanto correr.
-¡ven aquí niño! -gritaron otros niños más grandes que lo seguían.
-¡Sam Carter!
Sam apuró sus pasos al oír su nombre, corrió hasta el baño, entró a un cubículo y se encerró. Apoyó su cabeza contra la puerta sintiéndose frustrado y un golpe en ella lo hizo retroceder unos pasos.
Sam tenía una historia familiar muy particular. El venía de una familia adinerada, su madre poseía mucho dinero pero no era porque se lo ganara, más bien era heredado. Su madre se había casado unas 3 veces y todos sus esposos morían. Sam era su primer hijo de su segundo matrimonio.
La madre de Sam solía involucrarse con hombres famosos y de considerable fortuna así que sus casamientos no pasaban desapercibidos ni por la prensa ni por las familias que rondaban en su estatus. A ella la consideraban una especie de viuda negra y a Sam quizás, el fruto de alguna infidelidad, lo que provocaba que sea objeto de burla de sus compañeros.Sam iba a una de los mejores institutos de Inglaterra, estudiaba con chicos de su mismo estatus económico, lo que quería decir que consideraban a Sam como una especie de depredador junto con su madre, así que todos preferían atacarlo.
-¡sal de ahí Carter! -gritaron los niños- ¡sólo queremos jugar!
Sam no pensaba abrir la puerta. Sabía que si la abría el juego sería: su cabeza en el retrete luchando por respirar y sus compañeros riéndose.
Los chicos que molestaban a Sam eran los de sexto año. Eran 5 años mayor que él y Sam sabía bien de lo que eran capaces.
Los golpes se dejaron de escuchar. Tras haber oído unos murmullos y unos pasos alejándose, Sam al fin abrió la puerta y suspiró aliviado al encontrarse solo. Pero justo en ese momento sintió una mano tomarlo del hombro y tirarlo hacia atrás.
Eran 3 niños más grandes que Sam. Lo tiraron al suelo y uno de ellos comenzó a tirarle jabón líquido en el rostro. Era el jabón que había en el baño para limpiarse las manos.
Sam cerró sus ojos y se sentó en el suelo, rápidamente intentó levantarse y cubrirse pero volvieron a tirarlo al suelo de un empujón.
Las risas de esos tres niños se escuchaban en el baño y de repente ingresaron al baño 2 niños de cuarto año.
-¿qué están haciendo? -preguntó el más alto de ellos. Era un niño pálido, de cabello rubio bien peinado y ojos claros.
-Veg lo están enjabonando. -respondió su amigo. Un niño de cabello corto castaño, de piel pálida y ojos oliva.
-Kean, Sykes largo. -dijo uno de los bravucones.
-no hay ganas. -respondió Oliver y se lanzó encima de ese niño para golpearlo.
El bravucón reaccionó a tiempo y golpeó a Oliver en la cara.
Matt rápidamente lo quitó de encima de Oliver.
-¡basta! -gritó Matt- ¡Voy a llamar al director!
Oliver tenía las manos en su cara.
-ay... -balbuceó- díganme si sangra mucho... -se quitó las manos del rostro mostrando su boca y su nariz llena de un líquido rojo.Los tres niños que molestaban a Sam, miraron sorprendidos y asustados a Oliver, entonces entre empujones salieron corriendo del baño por miedo a las represarias que tendrían por eso.
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muerto por dentro
Fanfiction(Kelliver) ¿Alguna vez te has preguntado si existe el límite entre morir emocionalmente y morir físicamente? Existe un límite donde sigues vivo pero sientes el frío y el ahogo de la muerte. Sientes que vagas por el mundo sin sentido alguno y pierde...