Capítulo 3. Parte 3

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Media hora después, Vince detuvo su auto sobre la entrada de emergencia del hospital se bajó corriendo, fue hacia la parte trasera y abrió la puerta para Shaun, quien había despertado meros segundos antes de que llegaran al hospital.

Sin embargo, a pesar de estar despierto, Shaun aún se encontraba desorientado, por lo que Vince lo tomo de nuevo entre sus brazos mientras atravesaba las puertas de emergencia mientras pedía ayuda.

—¡Necesito una camilla! —gritó hacia el primer enfermero que vió.

El hombre entró rápidamente en acción, tomando una de las camillas que estaban apiladas cerca de la pared, llevándola hasta Vince, quien procedió a dejar sobre ella a Shaun.

—¿Qué sucedió? —preguntó el enfermero mientras comenzaba a mover la camilla.

—Se llama Shaun Connor, algunas personas lo atacaron y lo golpearon en la cabeza con un trozo de madera muy fuerte, acaba de recobrar la conciencia cuando llegamos al hospital —explicó Vince mientras seguía al enfermero.

—Vince… ¿Qué… que está pasando? —murmuró Shaun mientras movía su cabeza de un lado a otro, tratando de orientarse y buscando a Vince al mismo tiempo.

—No te preocupes, Shaun, todo va a estar bien —dijo Vince mientras apartaba un mechón manchado de sangre de la frente de Shaun.

—Lo siento señor, pero no puede acompañarnos más desde aquí —comunicó el enfermero mientras entraban en la sección de emergencia. Antes de que desapareciera a través de las puertas blancas, el enfermero señalo a unas sillas que se encontraban en un lado de la pared—. Puede esperar allí hasta que tengamos noticias sobre la salud de su amigo, vendré dentro de poco para entregarles los formularios de entrada.

Sabiendo que sería en vano luchar, Vince simplemente asintió y observó como el enfermero y Shaun desaparecían a través de las puertas dobles, y en lugar de correr detrás de ellos como quería hacer, simplemente se resignó a sentarse en las incomodas sillas de plástico hasta que el enfermero, o algún médico,  viniera con alguna noticia sobre Shaun.

Fue una buena hora después de espera que el enfermero por fin apareció con noticias sobre Shaun.

—Su amigo no tenía heridas muy graves, aparte de algunas laceraciones y heridas menores, lo más grave fue que algunas de sus costillas están magulladas y el golpe en su cabeza le ocasiono una ligera conmoción —informó el enfermero mientras miraba a través de unos documentos en su tablilla de metal—. Él ya está consciente y alerta, pero aun así va a estar en observación durante un par de horas, pero después de eso va a poder irse a casa, eso sí, alguien tiene que estar con él en todo momento, para cerciorarse de que la conmoción no empeore. Por lo demás, el paciente estará listo para salir de alta en unas pocas horas.

Vince dió un suspiro de alivio mientras sentía como sus piernas flaqueaban. Se dejó caer de nuevo sobre el asiento antes de respirar profundamente y asentir con la cabeza, tratando de serenarse a sí mismo.

—Gracias —dijo Vince al enfermero—. Mi esposo y yo cuidaremos de él en nuestra casa cuando sea dado de alta.

—Muy bien, eso es todo por el momento —dijo el enfermero antes de despedirse con un movimiento de su cabeza.
Habían pasado escasamente unos pocos minutos desde que el enfermero se había ido antes de que un torbellino vestido de azul y con una mirada preocupada en sus ojos se estrellara contra Vince.

—¡Vince! ¿Estás bien? ¿Cómo está Shaun? ¿Qué sucedió? —preguntó Oliver atropelladamente mientras gravitaba alrededor de Vince tratando de encontrar heridas sobre él—. Estaba en una emergencia en el área de oncología, por lo que no me entere que estabas aquí hasta hace unos minutos, por Dios Vince, estaba tan preocupado, dime que sucedió.

—Está bien mi amor, estoy bien de verdad —dijo Vince mientras tomaba los hombros de Oliver y detenía su revoloteo—. Shaun fue atacado por unos intolerantes después que salimos del bar y uno de ellos lo golpeo en la cabeza con un trozo de madera y  perdió la conciencia.

—Por Dios ¿esa es su sangre? —preguntó Oliver mientras señalaba las manchas de sangre sobre el abrigo de Vince. Sus ojos estaban llenos de preocupación mientras miraba a Vince en busca de respuestas—. Por favor dime que está bien.

—Él lo está, justamente antes de que llegaras recibí una actualización sobre su estado. Shaun se encuentra bien, tiene algunos cortes y raspaduras, sin embargo, sus heridas más serias son unas costillas magulladas y una ligera conmoción cerebral. Pero no te preocupes, el enfermero que lo atendió me dijo que Shaun está completamente fuera de peligro y que después de unas horas de observación será capaz de irse a casa.

—Tenemos que llevarlo a casa con nosotros, tenemos que cuidar de él, Shaun no puede quedarse solo porque puede que su lesión empeore —comunicó Oliver con una mirada decidida en sus ojos.

—Le dije al enfermero que cuando Shaun fuera dado de alta se iría a casa con nosotros, no te preocupes, nosotros cuidaremos de él —sentenció Vince con determinación—. A partir de ahora y durante el tiempo que haga falta, Shaun se quedara en la casa con nosotros.

El cuerpo de Oliver pareció relajarse con alivio mientras envolvía sus brazos alrededor de la cintura de Vince y descansaba su cabeza contra su pecho.

—¿Por qué le harían esto a él? Shaun es la persona más amable que he conocido en mi vida, no se merecía algo como esto —dijo en voz baja mientras escondía su rostro contra el pecho de Vince.

—Algunas personas no necesitan una excusa para odiar y hacerle daño a los demás solo porque son diferentes a ellos —murmuró Vince antes de dejar caer un beso sobre la cima de la cabeza de Oliver—. Pero no hay que preocuparse, Shaun se recuperara de esto.

—Dios, este mundo está de cabeza —murmuró Oliver dando un último apretón a Vince antes de apartarse. Oliver se estiró hasta que su rostro estuvo al mismo nivel que el de Vince y se movió dejando un beso suave sobre los labios de Vince—. No puedo quedarme a hacerte compañía, pero envíame un mensaje de texto cuando Shaun sea dado de alta, ¿está bien?

—¿Hay alguna forma en la que puedas llegar temprano a casa? Hay algo de lo que tengo que hablar contigo —dijo Vince, decidiendo en ese momento, que entre más pronto le confesara a Oliver lo que había sucedido, más pronto podría llegar a una idea para solucionar el problema en el que su egoísmo los había metido a todos.

—¿Qué es? ¿De qué se trata? ¿Es algo serio? —preguntó Oliver extrañado, frunciendo el ceño un poco.

—Sí, es algo muy serio que nos atañe a ti, a Shaun y a mí —confesó Vince mientras apartaba la mirada.

—No me asustes, ¿de qué se trata? —cuestionó Oliver buscando la mirada de Vince.

—Es algo que es mejor que lo hablemos en casa —dijo Vince antes de inclinarse y dejar caer un beso sobre la frente de Oliver—. Te amo, pero por favor, no me hagas más preguntas, te lo contare todo cuando llegues a casa.

—Está bien, tratare de desocuparme lo más que pueda, para volver a casa a tiempo, pero más vale que me tengas una muy buena explicación para tu comportamiento —dijo Oliver mientras observaba a Vince con expresión preocupada.

—Prometo que te lo explicare todo.

—Muy bien, supongo, nos vemos dentro de unas horas.

Vince volvió a dejar un beso sobre sus labios y después lo observó marcharse, preguntándose dentro de sí mismo como haría para confesarle a Oliver, su esposo, que se había besado con Shaun, su mejor amigo.

Dios santo, estaba tan jodido.

El Alma de Vince. Serie Los Orígenes y la Guerra de los Dioses 3.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora