Capítulo 13. Parte 2

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—No creo estar preparado para esto.

Shaun miró hacia atrás cuando Oliver dijo esas palabras y lo encontró mirando hacia la puerta frente a él con una mirada de pánico en sus ojos.

Oliver había avanzado mucho desde ese día que habían pelado, sin embargo, aún era duro para él y Shaun lo entendía perfectamente, aún así, estaba haciendo todo lo posible para que Oliver saliera de su cascarón.

Había empezado con cosas pequeñas, como motivarlo a dar paseos por el bosque y salir cada vez más de su habitación, y ahora avanzaba a cosas más grandes como relacionarse con sus hermanos y conocer a sus sobrinos, aunque ninguna de esas dos metas se habían cumplido en la actualidad, sin embargo, el progreso era evidente, ya que lo más importante había sucedido, y era que Oliver dejó poco a poco de estar encerrado dentro de sí mismo.

Pero a pesar de eso, aún les quedaba un largo camino por recorrer y éste era sólo uno de los muchos pasos que tenían que dar.

—¿Porque dices eso? —le pregunto Shaun, tratando de entender a qué se debía el cambio de opinión de Oliver.

—No lo sé —respondió con voz débil.

—Son solo niños, siempre te han gustado los niños —le respondió tratando de motivarlo aunque fuera un poco—. Estoy seguro de que estarán encantados contigo y no tienes que hacer nada, solo conocerlos, ellos han estado preguntando mucho por ti.

Shaun podía ver que Oliver estaba a punto de cambiar de opinión, se podía ver el nerviosismo en su mirada y el ya se estaba preparando para decirle que no había problema, que podrían intentarlo en otro momento, cuando Oliver pareció tomar una respiración calmante y enderezó sus hombros, parándose firmemente mientras sus ojos se llenaban de determinación.

—Tienes razón, son solo niños, no tengo nada de qué preocuparme —dijo, como dándose aliento a sí mismo, antes de mirar a Shaun y darle una pequeña sonrisa agraciada—. Gracias por hacer esto por mí.

Shaun respondió a eso, pasando uno de sus brazos sobre los hombros de Oliver y dándole un medio abrazo mientras su interior se llenaba de cálidos sentimientos difíciles de explicar.

—Haría cualquier cosa por ti —respondió con despreocupación, quitándole peso a su declaración—. Ahora, es hora de que conozcas a estos pequeños bribones que una vez que te atrapan nunca te dejaran ir.

Shaun sonrió torcidamente mientras se adelantaba y abría la puerta de la habitación en la que su amigo les daba clases a los niños.

Él aún se encontraba rodeando a Oliver con su brazo y podía sentir como éste temblaba ligeramente a su lado, sin embargo, podía ver que Oliver estaba haciendo todo lo posible por ignorarlo por lo que simplemente lo apretó más contra su costado y siguió adelante.

Dentro de la habitación se encontraba Bobby, sentado sobre una silla baja y rodeado por Noah, Masson y Keaton, con libros de texto, lápices y cuadernos esparcidos alrededor de la mesa redonda que ocupaban.

—Hola chicos, ¿Cómo están? —pregunto Shaun con jovialidad mirando a los jóvenes.

—¡Shaun, qué bueno que estás aquí! —respondió uno de los gemelos mientras saltaba de su asiento y miraba a Shaun con ojos suplicantes—. ¡Por favor sacamos de aquí!

—¡Sí, por favor! —secundó el otro gemelo con la misma mirada lastimosa—. ¡No podemos soportar más de esta tortura!

—¡Siento que voy a morir, no lo soporto más! —se unió Keaton, su pequeño y angelical rostro cubierto por una máscara de pena.

—No les hagas caso —Bobby les restó importancia con un movimiento de su mano—. Se ponen melodramáticos cuando es día de matemáticas, y lo peor es que solo estamos en ecuaciones lineales. No tienen ni idea de lo que les espera más adelante.

—¡Eres un monstruo! —jadeó el pequeño Keaton horrorizado.

Una pequeña y corta risa se escuchó en la habitación y Shaun miró maravillado a su lado, viendo como Oliver cubría con su mano sus labios curvados en una amplia sonrisa a través de los cuales salían pequeñas risitas.

—Disculpen —dijo mientras notaba como todos en la habitación lo miraban, sus mejillas flameando—. No era mi intención reírme.

—No te preocupes, serías de piedra si no te rieras alguna vez de las payasadas de estos tres —comento Bobby mientras se levantaba de su silla y caminaba hacia Oliver y Shaun—. Ellos creen que son muy graciosos.

—No lo creemos, lo somos —dijo Noah con aires de superioridad—. Y lo sabes.

—Sí, como sea —Bobby rodó sus ojos pero aún así, había una sonrisa en sus labios mientras estiraba su mano hacia Oliver—. Ya nos habíamos conocido antes, pero de igual forma me presento, soy Bobby y soy el profesor de estos tres gremlims aquí presentes.

—¡Oye! —Exclamaron los niños ofendidos.

—Soy Oliver, es un placer conocerte —respondió Oliver con voz trémula.

—Bobby es un buen amigo mío, él fue quien nos recibió cuando llegamos aquí —le dijo Shaun a Oliver—. Nos conocimos mientras yo estuve en el ejército, él era un profesor voluntario en una comunidad de Irak y el lugar en el que estaba fue atacado por enemigos.

—Shaun salvó mi vida cuando nos conocimos —dijo Bobby con una mirada agradecida en sus ojos—. Gracias a él es que yo estoy aquí ahora.

—Me gustaría escuchar la historia completa alguna vez —comentó Oliver mientras miraba de reojo a Shaun con un brillo extraño en sus ojos, mientras ponía su mano sobre la que Shaun tenía apoyada en su hombro.

—Un día de estos te la contaré —respondió Shaun apretando el hombro de Oliver.

—Yo soy Noah —anunció uno de los gemelos mientras ambos llegaban y se paraban frente a Oliver acompañados de Keaton—. Este es mi hermano Masson y nuestro primo bebé Keaton.

—¡No soy un bebé! —exclamó Keaton ofendido.

—Es un placer conocerlos —respondió Oliver saludándolos a todos con la mano, mientras los gemelos se burlaban de Keaton.

Shaun podía ver que Oliver estaba maravillado con la actitud de los niños y no pudo evitar que su corazón se calentará al verlo feliz por primera vez en mucho tiempo. Contrario a la creencia de Oliver, para él no había sido un secreto que durante mucho tiempo Vince y Oliver habían intentado adoptar un bebé, Vince nunca había sido capaz de guardarle secretos y había terminado confesándoselo con la condición de que no le dijera nada a Oliver. Ellos habían intentado la adopción durante mucho tiempo pero por alguna u otra razón, sus solicitudes siempre eran devueltas con una negativa, lo que poco a poco fue entristeciendo cada vez más a Oliver, ya que este siempre había soñado con ser padre y tener una familia con la persona que amaba.

Esa situación  no era ni de lejos parecida a lo que Oliver deseaba pero, Shaun pensaba, por lo menos ahora Oliver podía darle a sus sobrinos el amor que nunca pudo darle a un hijo y quizás eso era lo que necesitaba para sanar por completo.

—La clase de los niños apenas va comenzando —dijo Bobby mientras miraba a Oliver con una gran sonrisa—. ¿Quizás te gustaría quedarte con nosotros un rato más?

—¡Sí, sería genial que el tío se quedará con nosotros! —se entusiasmó Noah.

—¡Sí tío, quédate! —pido Masson con ojos de cachorrito a los que también se unió Keaton, con su cara angelical haciéndolo lucir como un querubín.

Oliver miró hacia Shaun con una mirada insegura, como si estuviera pidiendo aprobación para decidir, por lo que Shaun le dio una simple sonrisa tranquilizadora y se medio encogió de hombros, diciéndole sin palabras que todo estaría bien escogiera lo que escogiera.

Oliver tomó un suspiro profundo y miró de nuevo a Bobby, y después a los niños, regalándoles una pequeña sonrisa entusiasta.

—Está bien, me quedaré con ustedes.

Después de eso los niños gritaron extasiados y tomaron las manos de Oliver, separándolo de Shaun mientras se lo llevaban hacia la mesa y le mostraban sus cuadernos y sus libros.

Por un momento Oliver se vio abrumado debido a la exuberancia de los niños, sin embargo poco a poco se adaptó a sus maneras, y en muy poco tiempo se encontraba riendo ante sus travesuras.

Shaun observó todo maravillado, sintiendo todo su interior cálido al ver salir al Oliver que siempre había conocido… al Oliver del que se había enamorado, y no podía estar más agradecido por eso.

El Alma de Vince. Serie Los Orígenes y la Guerra de los Dioses 3.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora