El Alma de Vince. Serie Los Orígenes y la Guerra de los Dioses 3.

Capítulo 16. Parte 3.

Faith miró a Jasson intensamente, demostrando a través de sus ojos, el profundo odio que sentía en su corazón hacia el que alguna vez había sido su amante.

Raven sentía pena por su hermano. A pesar de que sabía que Faith ya no albergaba nada más que odio hacia Jasson, aun así, debía de ser duro saber que alguien estaba tan obsesionado contigo que sería capaz de destruir tu vida con tal de que no fuerzas feliz. No había duda de que Jasson era un psicópata sediento de sangre, y era deber de ellos detenerlo antes de que destruyera todo lo que conocían.

Ellos habían caído en una trampa, sin duda, pero de nuevo, Jasson los había subestimado, creía que Faith era débil y no había tomado a Raven en cuenta para nada, y eso, sería su derrota hoy.

Raven había cambiado mucho en los últimos cinco años, había madurado y crecido, y sobre todo, había aceptado y abrazado lo que era, en estos cinco años no había ni un solo aspecto que no hubiera analizado del libro de los orígenes sobre su creación, y junto con su hermano, habían alcanzado nuevas etapas de sus poderes, aun estaban en crecimiento, es verdad, pero tampoco estaban en el nivel indefenso en el que Jasson pensaba que estaban.

Y hoy se lo iban a demostrar.

—Voy a darte una última oportunidad Faith, renuncia a todo esto y vuelve conmigo —comenzó Jasson mientras miraba a Faith a los ojos—. Sabes que sin importar lo que hagan, esta guerra la ganaré yo, muy pronto gobernaremos sobre los humanos bajo la tutela de los dioses, y te convendrá mucho estar a mi lado y no bajo mis pies.

Faith dio una risa seca antes de responder.

—Preferiría morir mil veces antes que volver contigo, enfermo de mierda —respondió con ira antes de escupir en dirección a Jasson.

—Muy bien, si eso es lo que quieres —respondió con un encogimiento de hombros casual—. Entonces no tendré ninguna piedad de ti, serás él último en caer después de que acabe con toda tu preciosa familia, te dejaré para el final, solo para que veas, la destrucción que causaste por tu necedad. El mundo arderá en llamas, y todo será por tu culpa.

—¡Por dios, cierra la boca! —exclamó Raven con fastidio—. Solo eres el típico villano cliché desesperado porque lo que quería se ha escapado de sus manos, madura.

—Cállate zorra —disparó el hombre parado al lado de Jasson—. Antes de que te haga callar.

—Uy, mira como tiemblo —respondió Raven con burla.

—Te crees muy valiente con esa boca tan altanera, y porque crees que tus poderes de Origen te ayudaran ahora —respondió Jasson con una sonrisa de lado—. Quizás te tome para mi junto con tu hermano, a ver hasta donde alcanza ese fuego en tus ojos antes de que se apague.

—Atrévete a intentarlo imbécil, yo le pertenezco a un solo hombre —respondió sin dudarlo—. Vamos, acercarte, veamos quien es quien, ¿o es que le tienes miedo a este pequeño Origen bocón?

Raven podía ver como sus palabras estaban empezando a surtir efecto en Jasson, la sonrisa ladeada se había ido de sus labios y había una mirada acerada en sus ojos que no presagiaba nada bueno para Raven, pero aun así, este no detuvo su asalto verbal.

—Solo eres un cobarde que necesitó oprimir a mi hermano para mantenerlo a su lado —escupió con resentimiento—. Solo eres un lunático, sin amor propio ¿Quieres ver el mundo arder? Entonces hagámoslo, pero te usare a ti ya tus lacayos como yesca, y después bailare sobre sus cenizas si es que queda algo de tu patética existencia.

Y... bingo.

Sucedió lo que Raven había esperado.

Con una mirada de odio, Jasson cambio y se abalanzó sobre él en un pestañeo. Raven sabía que Jasson no iba a ser capaz de soportar la puya, porque personas como él solo vivían para oprimir a los que consideraban más débiles que ellos, y siempre tenían temperamento muy corto. Era cuestión de solo molestarlo un poco antes de que explotarán, y en esta ocasión, eso los beneficiaba a ellos.

Raven también cambió, sin embargo, no lo hizo para luchar contra Jasson, ese honor le pertenecía a su hermano, y en su lugar se elevó por el cielo en la forma de un lustroso cuervo oscuro como la media noche.

A pesar de sus palabras, Raven no tenía la intención de luchar, al menos no en ese momento, porque su tarea era una mucho más importante.

Fijando su mirada en las filas de los enemigos, Raven abrió su pico, y dió un largo y estridente chirrido, que recorrió los arboles a su alrededor y que provocó que la tierra temblará.

Sus enemigos cubrieron sus oídos, algunos incluso tenían sangre saliendo de sus oídos, mientras miraban hacia el cielo, pero Raven no se detuvo, y en su lugar, siguió chirriando sin parar.

Repentinamente, y sin que nadie se diera cuenta, el suelo sobre el cual se encontraban parados sus enemigos, comenzó a ennegrecer, y lo que parecían ser agujeros negros comenzaban a formarse debajo del ejército de Jasson, tragándose uno a uno hasta que poco a poco fueron desapareciendo.

Desde los cielos observó su obra, completamente satisfecho consigo mismo. Esa era una técnica en la que había trabajado durante mucho tiempo. Los hoyos negros no matarían a nadie, pero los teletransportarían a cualquier otra parte del mundo, en donde esperaba dejarían de joder de una vez por todas.

Sin embargo, la batalla estaba lejos de terminar, solo que estaba vez, le tocaba el turno a su hermano.

Aun así, Raven se sorprendió de sobremanera cuando al volver a tierra firme, no vio a su hermano luchando contra Jasson, sino contra Ethan, su mano derecha y otro de los que habían hecho la vida de Faith un infierno cuando vivía con Jasson.

Muy cerca de ellos estaban luchando Sebastián y Logan contra Jasson, quien les gruñía y los atacaba completamente encolerizado, mientras que Clark se encontraba cerca de Faith por si necesitaba respaldo.

Raven no sabía hacia dónde mirar, ya que las dos batallas particulares, estaban bastante reñidas, sin embargo, su hermano decidió por él, cuando de un solo golpe, obligó a Ethan a estar de rodillas.

Ambos habían estado peleando en sus formas humanas, Faith sin duda se había estado vengando con sus manos todas las veces en las que Ethan lo había humillado antes, y a pesar de que Ethan era un luchador bastante feroz y problemático, no había sido rival para Faith , quien había estado entrenado para este momento durante cinco años.

Del niño tonto que Jasson y Ethan habían abusado, ya no quedaba nada, y en su lugar estaba este hombre que vería el mundo arder antes de permitir que dañaran a su familia.

Raven observó con una mirada impasible como Faith ponía una mano sobre la frente de Ethan, y con una mirada vacía de emociones, permitía que una brillante luz amarilla saliera del centro de su mano y entrara dentro de la cabeza de Ethan. Los ojos de este se abrieron con dolor mientras la luz se volvía cegadora, segundos antes de que el cuerpo de Ethan cayera hacia atrás sobre la nieve.

El chico no se movió, aún con sus ojos abiertos, su boca abierta como en un grito, y parecía como si no estuviera respirando.

Un silencio absoluto envolvió el claro en el que se encontraban mientras todos observaban conmocionados lo que había sucedido.

Eso no había estado en los planes, y Raven estaba conmocionado por la mirada vacía en los ojos de su hermano y por la forma tan desapasionada en la que había asesinada a Ethan.

Incluso la pelea de Jasson con Logan y Sebastián se detuvo abruptamente.

Jasson cambió de nuevo a su forma humana y miró a su alrededor, dándose cuenta de que ninguno de sus hombres estaba en el claro, y de que su mano derecha yacía muerto a los pies de Faith. Él había perdido esa batalla y ni siquiera se había dado cuenta.

—Acércate a mí, a mi pareja, a mis hijos, a mis hermanos, o a mi manada de nuevo, y tu serás el siguiente —dijo mientras estiraba su mano, aun rodeada de luz amarilla y señalaba a Jasson.

Los ojos de Faith estaban fríos y distantes, carentes de cualquier tipo de emoción y de color completamente dorado mientras miraba a Jasson como si fuera suciedad debajo de su zapato.

—Vete de mi casa, y llévate a tu escoria contigo —dijo destilando desprecio a través de sus palabras—. Y no olvides que esto no ha terminado aquí, un día, tu y yo nos enfrentaremos otra vez, y ese día, vas a desear nunca haberme conocido.

Faith le dió la espalda a Jasson, despachándolo como si no significara nada, antes de cambiar en su forma de lobo blanco y comenzar a correr en dirección a la casa.

Antes de que cualquiera de los que quedaron ahí pudieran hacen algo, con una mirada de profundo odio en sus ojos, Jasson desapareció tan rápido como había aparecido, llevándose el cuerpo de Ethan junto con él.

Raven no entendía que era lo que había pasado ¿Por qué Faith no había matado a Jasson? ¿Por qué no había terminado con todo de una vez por todas?

Esas preguntas rondaban su mente, sin embargo, encontraría las respuestas después, porque por el momento era hora de volver a casa, ya que algo le decía, que esta situación desafortunada, estaba lejos de haber terminado.