Capítulo 19. Parte 1

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Vince se encontraba maravillado y no podía parar de sonreír mientras sus manos se movían con rapidez a través del rostro de su persona amada. Él pensaba que Oliver estaba más cambiado de lo que lo recordaba, incluso aunque lo había visto hacia poco, o quizás eran sus nuevos ojos que lo veían de otra forma, por lo que el sentimiento de asombro y maravilla crecía a cada momento.

El cabello de Oliver estaba muy corto y sus rasgos se veían duros y maduros, con un semblante un poco amargado que hizo que el corazón de Vince doliera. En todos los años en los que ellos estuvieron casados su pareja había cambiado muy poco y había conservado su apariencia dulce y tímida, pero en esos meses en los que Vince no había estado, parecía que se habían convertido en un peso de años que cambiaron la apariencia de Oliver y lo hicieron parecer más maduro y hastiado de la vida.

Del dulce enfermero que Vince había conocido ya no quedaba casi nada.

A pesar de que era algo que lamentar, Vince lo entendía, después de todo él también había cambiado más de lo que nadie se podía llegar a imaginar.

Incluso cuándo Vince había estado cuidando de Oliver y de Shaun todo ese tiempo, aun así se sentía como si no hubiera visto a su pareja en años, y dado que antes solo había sido capaz de mirar sin poder tocar o hacer notar su presencia, en ese momento sus manos hormigueaban mientras tocaba el rostro de Oliver con un sentimiento de anhelo tan fuerte que le provocaba abrazarlo fuertemente y no dejarlo ir de nuevo.

Su coordinación estaba un poco comprometida porque se había acostumbrado a no tener masa ni peso corporal durante los últimos meses, por lo que sus movimientos eran un poco torpes y descoordinados mientras se sentaba en el regazo de Oliver.

Ese hecho también le maravillo, porque antes siempre había sido Oliver quien se sentaba en su regazo de manera tímida, pero como el cuerpo de Bobby era pequeño y compacto, ahora era Vince quien era más pequeño. No podía ni imaginarse como de pequeño se vería al lado de Shaun, quien era de la misma altura que su antiguo cuerpo.

Definitivamente la dinámica en su relación había cambiado.

—¿Cómo es posible que estés aquí? —preguntó Oliver con voz ahogada.

—¿Me reconoces? ¿Sabes que no te miento?

Esa había sido una de las principales preocupaciones de Vince desde que Hades le había presentado esta oportunidad, que después de que el cambio ocurriera Oliver, no lo reconociera o no creyera en él.

—Sí, te reconozco —respondió con una exclamación de alivio—. En el momento en el que abriste los ojos me sentí de la misma manera en la que lo había hecho cuando te conocí. Sentí como encontraba la otra parte de mí. Nunca dudaría de eso.

—Esta vez yo también lo sentí —confesó Vince con una gran sonrisa en sus labios—. Siento un lazo que nos une a ti y a mí, siento el latido de tu corazón al lado del mío y tu presencia en mi mente. Nunca sentí nada como esto.

—Es el enlace de compañeros —anunció Oliver mientras ponía una mano sobre el pecho de Vince, sintiendo los latidos de su corazón—.  Cuando moriste sentí como se rompía, pero ahora que estas aquí… siento que es más fuerte que antes.

Sin poder detenerse, y completamente preso de sus emociones, lágrimas bajaron de sus ojos mientras se inclinaba y besaba a Oliver de manera desesperada y apasionada, con el deseo y las ganas reprimidas durante tanto tiempo, sintiendo como su corazón se ablandaba debido a la gran cantidad de emociones que lo atravesaban.
Sus besos sabían a lágrimas y desesperación y aun así, eran los más deliciosos que había probado alguna vez.

Después de que se separaron, había una mirada soñadora en los enrojecidos ojos de Oliver mientras ponía  sus manos sobre las caderas de Vince.

—Nunca… ni en mis sueños más desesperados, pensé que te volvería a ver —confesó Oliver con voz rota—. Durante mucho tiempo pensé que la única manera de volver a verte… seria muriendo ¿Cómo es que estas aquí ahora?

—Estuve mucho tiempo atorado en una especie de limbo del cual Hades me saco, me propuso un trato y me prometió que había una manera de volver contigo —explicó Vince superficialmente.

—¿Qué trato? ¿Qué te hizo prometer el dios del Inframundo? —la alarma tiñó su voz mientras sus manos se apretaban.

—No puedo darte todos los detalles ahora, tienen que estar tus hermanos presentes antes de que cuente la historia, solo tienes que saber que yo no morí por un accidente, alguien me asesino —anunció con ira reprimida en su voz—. Específicamente fue un dios quien lo hizo… aunque antes de eso, ya nos había dañado de otra manera.

—¿A qué te refieres?

—Te lo explicaré todo en un momento, primero necesitamos encontrar a Shaun antes de que sea demasiado tarde.

—¿Shaun? ¿Por qué a él?

Podía ver que Oliver se sentía muy confundido por toda la situación, pero a pesar de que quería explicarse en detalle, sentía que no había tiempo para ello, tenía un sentimiento de urgencia que lo obligaba a buscar a Shaun inmediatamente.

Siendo consciente de la situación en la que se encontraban y de la información que Hades le había suministrado, sabía que tenía que hacerle caso a sus instintos sin dudarlo.

Sacando de su mano la intravenosa que ya no necesitaba y que le había estado molestando, Vince se levantó del regazo de Oliver y después le extendió su mano para ayudarlo a levantarse.

—Tenemos que buscarlo porque él es tan víctima de ese dios como tú y yo. Porque él es la tercera pareja que durante años han mantenido alejado de nosotros.

El Alma de Vince. Serie Los Orígenes y la Guerra de los Dioses 3.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora