Capítulo 3. Parte 2

1K 169 1
                                    

Cuando el peso de lo que había sucedido cayó sobre él, Vince no pudo hacer nada más que quedarse sentado donde estaba, observando como Shaun se iba, todo su cuerpo temblando debido al shock.

Las manos de Vince temblaban mientras las alzaba y las pasaba sobre su cabeza, halando fuertemente su cabello.

Dios mío, ¿en que estaba pensando?, se preguntó mientras comprendía la línea que acababa de cruzar.

Había engañado a Oliver.
Aunque solo había sido con un beso, aun así había engañado a su esposo, y con su mejor amigo a demás.

Shaun tenía razón, Oliver nunca le perdonaría por ello.

Vince dejó caer su cabeza sobre sus rodillas cuando fue incapaz de soportar el dolor en su corazón.

Había engañado a Oliver.

Sin embargo, a pesar de ello, sabía que tenía que lidiar con lo que había hecho más tarde. En ese momento él tenía que encontrar a Shaun y evitar que hiciera alguna locura.

Él sabía que con la actitud honorable de Shaun, lo que había hecho consumiría su alma debido a la culpa. Y Vince no podía permitir que eso sucediera.

Toda esa situación era solamente culpa de él.

Él había sido él que había besado a Shaun cuando se encontraba en su momento más vulnerable, y había sido él quien había engañado a su esposo.

Vince no podía permitir que Shaun se culpará a sí mismo por algo en lo que no había tenido ninguna culpa, no cuando estaba tan inestable, y no cuando cualquier perturbación podría enviarlo por el borde.

Con ese pensamiento en mente, Vince se levantó, dejo algunos billetes sobre la mesa y se encamino rumbo a la salida del bar. Él tenía que encontrar a Shaun, hacerle ver que no había hecho nada malo, que de alguna forma arreglarían las cosas, y después de ello debía rogar por el perdón de su esposo, de rodillas si era necesario.

El aire de la noche era frio cuando Vince salió del bar y él apretó más su abrigo a su alrededor. A pesar de que era un poco tarde y se trataba de un día de semana, las calles se encontraban llenas de algunas personas que caminaban de aquí para allá, entrando y saliendo de bares al azar, sin embargo, Vince no les dio un segundo pensamiento, y en su lugar, optó por pasar por alto cualquier cosa que pudiera distraerlo de su misión.

Él miró a través de las aceras y sobre las cabezas de las personas, tratando de detectar algún rastro de Shaun. Vince sabía que él no podía haber ido muy lejos, solo habían pasado algunos minutos de su partida antes de que saliera a buscarlo y sabía que Shaun no se había ido en auto, después de todo Vince había sido quien lo había traído al bar y las llaves del carro estaban en el bolsillo de su jean, por lo que a menos que hubiera tomado un taxi, que Vince lo dudaba dada a hora que era, tendría que haberse ido caminando, lo que aumentaba las posibilidades de que lo encontrara.

Sin ser capaz de ver nada sobre Shaun, Vince comenzó a caminar sobre la acera que lo llevaba fuera del sector comercial en el que se encontraba, sabiendo que ese sería el camino que Shaun tomaría si estuviera tratando de volver a su casa.

Cuando él pasó a través de un callejón oscuro que separaba a dos clubs nocturnos, el sonido de una pelea llamo su atención. Vince miró hacia el callejón, notando inmediatamente la fuente del disturbio. En medio del callejón se encontraban tres personas, dos de ellos atacando con puños y patadas al tercero, mientras este hacia múltiples intentos para defenderse, intentos en vano si la forma en la que estaba cojeando y gimiendo decía algo.

Durante un segundo Vince se debatió entre ignorar lo que estaba sucediendo y seguir buscando a Shaun o hacer algo para detener la pelea, después de todo uno contra dos nunca era algo honesto, pero la decisión fue tomada por él cuando, la persona que estaba siendo golpeada emitió un gemido de dolor cuando un tercer atacante que Vince no había visto antes llego detrás de él y lo golpeo en la cabeza con un pedazo de madera.

—Jodidos maricas —escupió el hombre mientras dejaba caer el pedazo de madera.

Cuando el hombre cayó al suelo y una de las luces de emergencia dio sobre su rostro, el aliento de Vince salió de sus pulmones con una fuerte exhalación.

—¡Shaun! —gritó Vince sin poder creerlo.

Los hombres voltearon a verlo, sorprendidos, mientras Vince echaba a correr hacia ellos, su visión roja debido a la ira incontrolable que había caído sobre él.

Al verlo venir, los cobardes decidieron huir, pero no antes de que uno de ellos diera una última patada al cuerpo inerte de Shaun.

Vince no pudo llegar a tiempo para atrapar a ninguno de ellos, y a pesar de que aún estaba hirviendo de rabia, el pánico que sentía por ver a Shaun de esa forma se superpuso a la ira.
Por lo que, haciendo a un lado sus deseos de venganza, Vince se olvidó de salir corriendo detrás de los hombres y hacerles pagar por lo que habían hecho, y en su lugar se dejó caer sobre el suelo cerca del cuerpo de Shaun.
Vince movió suavemente el cuerpo de Shaun hasta ponerle boca arriba, tratando de localizar más heridas a parte de la obvia que estaba detrás de su cabeza y que estaba sangrando profundamente.

A parte de un labio partido, un corte en su pómulo, y un ojo que estaba comenzando a hincharse, Shaun no tenía más heridas visibles, sin embargo, por la forma en la que estaba respirando pesadamente Vince sospechaba que tenía alguna costilla magullada y quizás tal vez hasta fracturada.

Sin embargo lo que preocupaba a Vince era el golpe en su cabeza, porque sabía que había sido lo suficientemente fuerte como para dejarle inconsciente inmediatamente.

Así, tragándose su miedo, Vince alzó el cuerpo de Shaun, acunándolo contra sus brazos, y salió del callejón, caminando hacia el estacionamiento, gracias a dios no estaba muy lejos, en donde había dejado su auto.
Una vez que llego allí, hizo malabares para sacar sus llaves del bolsillo de sus jeans sin dejar caer el cuerpo de Shaun. Cuando lo logro, Vince presionó el botón de desbloqueo del auto y abrió la puerta de la parte trasera, dejando a Shaun sobre el gran asiento trasero.

Menos de un segundo después de que se asegurara de que Shaun estaba seguro en el auto, Vince se subió en el asiento del conductor y comenzó a conducir como si su vida dependiera de ello hacia el hospital, todo el tiempo rezando dentro de sí mismo para que Shaun se encontrara bien.

El Alma de Vince. Serie Los Orígenes y la Guerra de los Dioses 3.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora