Silencio.
El silencio reinaba por completo la estancia en la que se hallaban reunidos en ese preciso instante. Los minutos se distorsionaban hasta el punto de parecer eternos. La tensión era palpable hasta para las personas que tenían la mala suerte de cruzar por el pasillo, cuando les miraban a través de los cristales comenzaban a andar más rápido.
El trabajo en cuestión para el que las habían contratado era nada menos que realizar el Season's Greetings de 2018 de los grupos más populares de la agencia. Era un trabajo partiendo completamente desde cero, lo que les dejaba todo a la imaginación. Eso podía ser algo muy bueno... o muy malo, dependiendo como de imaginación estés en el momento que te pones a crear. El tiempo establecido con el representante de SM Entertainment había llegado a su fin, Ivy y Ellie debían realizar un proyecto en apenas un mes del prototipo de Season's Greetings que iban a realizar, una vez lo tuvieran todo organizado habría una reunión en la que varios representantes de dicha agencia lo estudiarían y darían su visto bueno o lo echarían hacía atrás, lo que supondría empezar otro proyecto desde cero y completamente nuevo además, claro está, de haber perdido un mes de trabajo.
Pero durante ese mes, Ivy solo pudo confirmar que su elección de ayudante fue excepcional. A pesar de ser nueva en ese trabajo supo adaptarse perfectamente al ritmo de trabajo y supo llevar bien lo quisquillosa e irritante que podía ser Ivy cuando trabajaba en un nuevo proyecto. Ellie iba sobrada de creatividad, por lo que avanzaron rápido entre las dos, a veces con ideas similares que se complementaban, otras veces con ideas totalmente dispares que conseguían combinar o enfocar de tal modo que ambas podían funcionar juntas sin tener que excluir la idea de una u otra. Y al final lo consiguieron con un par de días de margen, en los que se dedicaron a revisar que todo estuviera en orden y preparar la exposición de un modo tan convincente que se les cayese la baba.
Y eso fue todo. La reunión concluyó y cada cual se fue por donde había venido dejando solas a las dos chicas. Ivy se frotó la cara con las manos en señal de frustración mientras que Ellie tamborileaba con los dedos sobre los papeles con garabatos escritos a modo de esquema, una especie de guion a seguir para hacer la exposición.
— Bueno, ha ido bien, ¿no?—dijo Ellie— Solo han tenido dos o tres quejas sobre el proyecto, pero por lo general les ha gustado.
— ¿Gustado? No te dejes engañar, les ha encantado —contestó Ivy con clara irritación.
— Entonces, ¿por qué han puesto tantas pegas?
— Porque su jefe es un capullo prepotente que siempre tiene que tener la razón. Seguro que les ha dicho que aunque el proyecto fuera grandioso se quejaran de tonterías. Es una forma de quedar por encima mía. —Soltó una risa sin ganas— Puede que no te hayas dado cuenta, pero no le caigo muy bien. Estamos en un constante tira y afloja.
— Vaya, debe ser estresante.
— Al principio... Luego se vuelve entretenido.
Recogieron todas sus cosas y abandonaron la sala de reuniones. Les había llevado casi toda la mañana concretar los detalles con los que no estaban de acuerdo y modificarlos hasta que todos estuvieron de acuerdo. No fue fácil, pero tampoco imposible. Al menos era un alivio que no les hubieran rechazado el proyecto por completo. Tener que empezar de cero no era algo con lo que estuviese realmente contenta o entusiasmada.
De camino al estudio, que era donde ahora también trabajaba Ellie hasta que le asignaran un despacho propio, Sook, la joven becaria les estuvo interrogando exhaustivamente para saber todo sobre la reunión. Por más que se lo explicaban la chica no parecía entender lo que significaba 'acuerdo de confidencialidad' con el contratante. Esta vez fue Ellie quien consiguió deshacerse de la chica sin hacer demasiado escándalo.