Thalia miró el carrito de la compra y se preguntó si sería suficiente con aquello para todos. Dos días después de la fiesta de FLASH Shownu recibió la esperada llamada del técnico encargado en la reparación del baño y las cañerías de la casa de la banda para comunicarle que ya estaba todo arreglado y podrían volver a la vivienda el día siguiente mismo.
La noticia fue un verdadero alivio para todos, aunque en especial para las chicas. Ivy solo quería recuperar el espacio y la tranquilidad de su hogar, a ella le encantaba tenerlos a todos allí, pero odiaba que se comieran su comida y la dejaran sin agua caliente en la ducha. La pobre y vergonzosa Ellie, después de la fiesta de la empresa solo quería meterse en un hoyo y no salir nunca del ridículo que pensaba que había hecho frente a Wonho, e intentar evitar al chico mientras vivían juntos era bastante difícil. Thalía se sentía bastante indecisa, estaba claro que convivir con esos desastres de personas en una casa tan pequeña no era muy sano, pero eran los ídolos a los que tanto amaba y aquello era un jodido sueño, ¿cómo podía querer que se fueran? Claro que la idea de tener la buhardilla entera para ella sola era algo muy tentador.
— No será suficiente solo con ese carrito —dijo una voz a sus espaldas.
Kihyun apareció a su lado empujando otro carrito con comida que no sabía en qué momento lo había cogido.
— Pero con los dos creo que sí —afirmó.
Esa era la última noche que pasarían juntos en, probablemente, bastante tiempo, así que Kihyun y Thalia, los que mejor cocinaban de todos decidieron hacer una cena de despedida por todo lo alto. Un comeback se avecinaba para la banda y eso solo quería decir que apenas tendrían tiempo para hacer visitas.
— ¿Estás seguro? —Preguntó la pelirroja— ¿No será demasiada comida?
Kihyun la miró arqueando una ceja ante su pregunta.
— ¿Acaso no has visto cuánto comen durante esta semana?
Thalía se quedó mirando a la nada durante unos segundos y enseguida asintió en acuerdo con el chico.
— Sí, perdón. Ha sido una pregunta estúpida. —Dijo Thalía empujando el carrito hacia delante— Incluso si no estuvieran los demás, con Ivy es más que suficiente para zamparse toda esta comida sola. Esa chica es un pozo sin fondo.
Escuchó la melódica risa de Kihyun detrás de ella mientras avanzaba hasta caminar al lado de la chica.
— No te falta razón en eso. —Dijo el chico— Llevo cocinando para ella desde que la conozco.
Thalía lo miró alzando ambas cejas con sorpresa.
— ¿En serio? ¡Muchas gracias!
— ¿Por qué me lo agradeces?
— Se cómo cocina Ivy —dijo indignada—. Puede ser muy buena en la fotografía, pero en la cocina es una tragedia.
— No la ves desde hace cinco años —increpo el chico—, ¿cómo estás tan segura de que no ha mejorado?
Thalía puso una cara de incredulidad máxima ante la pregunta del chico. ¿Ahora quién era el que hacía preguntas estúpidas?
— He vivido el tiempo suficiente con ella para saber que esa chica jamás será útil en la cocina.
De nuevo escuchó la risa de Kihyun, quien negó varias veces con la cabeza mientras se detenía en una estantería para coger un par de cosas más para agregarlas al carrito.
— Entonces... las cosas van mejor entre vosotras, ¿no? —Preguntó de forma casual, como si estuviera hablando del tiempo.
— Si, parecía imposible, pero es como si el tiempo no hubiera pasado en cierto modo. Aunque... no sé.
