La mañana del día de la fiesta la casa se había convertido en un auténtico caos. Aún faltaba casi todo el día hasta que llegara la hora de irse, pero ya estaban todos desquiciados. Pese a haber tenido los dos días anteriores libres, Ivy y Ellie no se habían librado de tener que trabajar un poco en casa y estaban intentando aprovechar la mañana para continuar trabajando, pero al parecer iba a ser un poco imposible.
— Hay que insonorizar las paredes de esta casa —dijo Ivy frotándose la cabeza.
— Sin duda tenía muy idealizado lo que sería vivir con ellos —confesó Ellie.
Ivy se levantó de la silla y salió del despacho decidida a poner orden en esa casa. O a matar a alguien. Lo que más fácil le resultase. Ellie continuó editando unas fotos con el ordenador mientras esperaba que volviese la morena. Aunque pasados quince minutos se preocupó, los gritos no habían disminuido y creyó escuchar también a Ivy gritando, así que salió para ver qué demonios estaba pasando.
Al parecer los nervios por la fiesta habían dado lugar a una especie de batalla campal por toda la casa, era una especie de todos contra todos, aunque parecía que algunos estaban en el mismo bando. No supo si sorprenderse o no cuando vio a Ivy al lado de Minhyuk con una pistola de juguete disparando balas de gomaespuma a todo el que se pusiera frente a ellos. Ambos se reían como auténticos críos y comenzaron a huir hacia cualquier lado intentando escapar de Jooheon y Wonho.
Miró hacia todos lados buscando a Thalía, sin duda ella sería una buena opción para detener todo ese gallinero. Seguramente ya estaría lo suficientemente molesta por el ruido y estaría deseando mandarles callar.
— No, tú también no —sollozó Ellie cuando escuchó una especie de grito de guerra desafinado.
Thalía pasó corriendo a toda pastilla por delante de sus narices mientras perseguía a Changkyun para pegarle con un cojín. Al parecer clamaba venganza porque el maknae le había dado un golpe a la jaula de sus ratas.
— ¡Ha sido sin querer, lo juro! —Comenzó a gritar Changkyun cuando ella lo acorraló contra una esquina.
¡Shownu! El líder era quien tenía que poner orden en la banda y a quien, en teoría, debían hacer más caso los chicos. No tuvo que ir muy lejos para encontrarlo, estaba en mitad del pasillo riéndose despreocupado viendo como la chica pelirroja pegaba al maknae de su banda.
— ¿Te pasa algo? —Hyungwon apareció de la nada a su lado.
— ¿A mí? La pregunta es si os pasa algo a vosotros.
Hyungwon miró a sus amigos con curiosidad y volvió a mirar a Ellie.
— Yo les veo como siempre.
No tenían remedio. Era un hecho. Ellie desistió en intentar poner orden, sabía que no lo lograría así que volvió al despacho dejándoles a lo suyo. Justo cuando estaba entrando el móvil de Ivy comenzó a sonar encima de la mesa. Lo cogió y salió para llevárselo a la chica por si era algo importante.
La encontró en la cocina, más bien en el suelo de la cocina. Estaba encima de Kihyun y lo tenía inmovilizado por algún motivo. Le estaba diciendo que quién era ahora la nenaza mientras se reía de él y el chico solo pedía clemencia.
— ¡Ivy! —Gritó para que le hiciera caso— ¡Te llaman por teléfono!
Kihyun aprovechó esa distracción para tirar a la chica al suelo y escapar a toda prisa.
— ¡Esto no queda aquí! —Gritó Ivy.
Cogió el móvil y contestó antes de que se cortara la llamada.
