Ivy suspiró con pesadez al entrar en casa y ver que su prima seguía encerrada en su habitación al igual que los días anteriores. Se quitó la bufanda y el abrigo dejándolos en la percha y se estiró con pereza antes de tomar rumbo hacia la buhardilla.
No había tocado el tema con Thalía porque pensaba que era una pelea tonta que solucionarían en poco tiempo. Pero cuando vio que apenas quedaba un día para que los chicos se fueran a su primer tour mundial y ni Shownu ni ella habían hecho ningún intento de acercamiento decidió que ya era hora de tomar cartas en el asunto.
— ¿Thalía?
Ivy llamó varias veces a la puerta, pero la otra chica no contestó ninguna de las veces.
— Sé que estás ahí —silencio—. No sé si estás dormida o solo ignorándome, pero pienso entrar de todos modos.
No tardó demasiado en escuchar algún ruido dentro de la habitación y en seguida apareció su prima al otro lado de la puerta.
— ¿Qué quieres?
— Hablar —contestó Ivy.
Thalía la miró con suspicacia.
— Tú nunca quieres hablar.
— Ahora sí.
Sabía perfectamente qué era lo que quería la chica, pero aun así la dejó entrar en la habitación. Thalía volvió a tumbarse en la cama, donde llevaba toda la tarde tirada mientras que Ivy se quedó revoloteando un poco por l habitación hasta que decidió sentarse en la silla del escritorio.
— ¿Esto es una especie de intervención?
— Eso parece.
— ¿Es por Shownu? —Volvió a preguntar Thalía.
— Es por ti.
La pelirroja frunció el ceño.
— Las dos sabemos que no soy una persona muy sentimental o cariñosa —comenzó a hablar Ivy— y tampoco se me da muy bien hablar. Por eso voy a intentar hacerlo corto.
— Tal vez no deberías ni intentarlo —murmuró Thalía.
La morena hizo oídos sordos a eso y se rascó el cuello, insegura de cómo empezar a hablar.
— Esto te está afectando más de lo que quieres reconocer y si no haces algo ya se va a convertir el algo peor. Me da igual lo que hagas con Shownu, esto no se trata de si volvéis o no.
Thalía, que estaba con la manta tapada hasta la nariz, entrecerró los ojos y la miró con extrañeza.
— ¿Entonces de qué se trata?
— De hablar —respondió Ivy—. Necesitáis tener una conversación en condiciones y a ser posible antes de que se marche.
Thalía hizo un intento de bufido y apartó la mirada hacia un lado con pesadez.
— Como si fuera tan fácil...
Ivy se mordió el labio inferior. Su prima era orgullosa, lo sabía, y aún más cuando estaba herida. Pero lo principal que le llevaba a actuar así era el miedo. Probablemente el miedo a salir más herida, no estaba muy segura, pero apostaría todo a que se trataba de eso.
— Thalía en menos de cuarenta y ocho horas se marcharán a su primer tour mundial.
Susurró Ivy con una voz extrañamente débil. Cuando miró a la mayor se dio cuenta de que ella aún intentaba mentalizarse también de la magnitud que albergaban esas palabras.
