Ellie llevaba unos quince minutos parada delante de la puerta del que se suponía era el estudio de grabación de Wonho, había intentado ir directa, dar un golpe seco y aguantar lo que se le echara encima. No lo hizo. Solo se quedó allí delante plantada como una idiota y disimulando mirar el móvil cuando había pasado un trabajador de la empresa que la había mirado raro.
No le culpaba por mirarla así, al fin y al cabo, no se estaba comportando como una persona adulta que era lo que se suponía que era Ellie. Al menos se había considerado así misma adulta durante mucho tiempo, pero ahora había empezado a dudarlo seriamente.
Negando con la cabeza se dio la vuelta y empezó a caminar hacia el otro lado del pasillo, acobardándose. Pero al llegar a la esquina, giró la cabeza y miró la puerta del estudio de nuevo, allí al fondo, como si se estuviera burlando de ella por ser una cobarde. Frunciendo el ceño volvió a dirigirse al estudio andando deprisa y con decisión. Ella no era una cobarde y no iba a empezar ahora.
Claro que toda seguridad salió disparada de su cuerpo en el momento en que se encontró a escasos centímetros de la puerta con el puño en alto apunto de llamar. Al parecer después de tanta indecisión lo cierto es que no se atrevía a llamar, era un hecho. No lo haría. Con una expresión de derrota miró el vaso de café en su mano y casi podía escucharle pedirle que no tirase la toalla. Pero Ellie simplemente no podía.
Se giró de nuevo y comenzó a desandar su camino haciendo un puchero con la boca. Debería haberle pedido a Ivy o Thalía que la acompañasen, así al menos una de ellas habría llamado a la puerta. Esa misma puerta que de pronto se escuchó tras Ellie ser abierta.
— ¡Oh! ¿Ellie? —Preguntaron detrás de ella— ¿Qué haces aquí?
Ellie se dio la vuelta al instante para ver a Jooheon en el pasillo mirándola con confusión. Casi parecía un cachorrito mientras le veía ladear la cabeza.
— He... venido a daros una sorpresa. Supongo... —Murmuró Ellie sin saber muy bien qué responder.
Pero eso pareció bastarle a Jooheon que enseguida le mostró su bonita sonrisa a modo de saludo. Lo que hizo después no fue tan bueno para Ellie ya que el chico abrió la puerta del estudio y asomó medio cuerpo dentro diciéndole a Wonho prácticamente a gritos que Ellie estaba allí en el pasillo.
— ¡No, no, no, Jooheon! —Comenzó a susurrar la chica y gesticular para que no le dijera nada.
Demasiado tarde, para cuando Jooheon le hizo caso solo la miraba con extrañeza al ver como se echaba la mano libre a la frente a modo de fracaso. Lo siguiente que supo es que la puerta del estudio se abrió de golpe y Wonho salió de ahí casi tropezando con sus propios pies.
— ¡Ellie! —Exclamó con un entusiasmo que a ella le pilló desprevenida— ¿Cuándo has llegado?
— Ahora mismo —mintió ella.
— Luego te veo Ellie, que me debe estar esperando Changkyun —se despidió Jooheon y Ellie le maldijo por dejarles allí solos.
— Yo, bueno —intentaba hablar a duras penas Ellie—, yo solo venía a...
— ¡Ven, vamos! —Habló él sin hacer caso a la chica— Pasa a mi estudio, ahí estaremos más cómodos.
— Pero si yo solo...
Y en apenas un parpadeo ya estaban los dos dentro del estudio de Wonho. Los dos solos. Con la puerta cerrada. Joder, Ellie solo quería decirle que lo sentía, darle el café y marcharse, no que Wonho la invitase a tomar asiento en la silla de escritorio con ruedas que había junto a la de él.