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No sabía muy bien en qué parte exacta se encontraba ahora mismo, aquello era inmenso. Aunque por suerte y gracias a los miles pasillos se había librado de la tediosa compañía de Minhyuk esa mañana. El chico se había pegado a Kihyun como una lapa y no había hecho nada más que reclamarle por obligarlos a recoger y limpiar la casa esa mañana. Y Kihyun había estado tentado de matarle un par de veces durante la compra, pero consiguió darle esquinazo cuando el chico vio algo llamativo se quedó embobado.

Por si fuera poco, no le había dejado probar los sofás a gusto. Le llevaba la contraria en todo lo que podía y siempre quería llevar la razón como si fuera un niño pequeño. Finalmente consiguieron llegar a un acuerdo y elegir entre los dos un sofá cama.

Al girar la esquina y entrar al siguiente pasillo divisó a lo lejos a Thalía y Shownu. Ambos estaban mirando entretenidos unas formas hechas con luces de neón, cogiéndolas y jugando con ellas. Parecían estar divirtiéndose mucho a juzgar por cómo se reían.

— No me gusta.

El corazón de Kihyun se saltó un latido cuando Jooheon apareció de la nada. Tenía una mueca de niño enfurruñado al que no le quieren comprar chuches.

— ¿Qué no te gusta?

— Ella —señaló a Thalía.

— ¿Por qué? —Preguntó Kihyun extrañado.

— Ha acaparado toda la atención de Shownu. ¡Y no es justo! Lleva toda la mañana con ella y no me ha hecho caso. —Se quejó Jooheon.

Kihyun tuvo ganas de pegar por segunda vez ese día a otro miembro de su banda. Estaba rodeado de idiotas, pensaba una y otra vez.

— ¿Acaso tienes cinco años?

— Claro que no —contestó el rapero.

— ¡Entonces deja de comportarte como un niño! —Exclamó— Ella es una persona que acabamos de conocer, ¡por supuesto que vamos a estar pegados a ella ahora! —Explicó Kihyun— Al igual que con Ellie. Son personas importantes para Ivy, así que tenemos que intentar llevarnos bien con ellas.

Jooheon no dijo nada al principio, pero finalmente asintió dándole la razón. Kihyun le dio unas palmaditas en la espalda y dejó que se marchase por donde quiera que hubiera venido.

El móvil de Shownu comenzó a sonar, el chico lo sacó del bolsillo de su pantalón y miró quién le llamaba. Le murmuró un lo siento, es importante, y se retiró para contestar la llamada. Thalía le hizo un gesto con la mano en señal de que no pasaba nada y se quedó allí mirando las luces de neón. Eran realmente geniales, siempre había querido tenerlas para decorar su habitación, pero nunca tuvo dinero. Las condenadas eran demasiado caras.

— Son chulas —dijo alguien a su lado. Era Kihyun.

Ella le miró sin saber qué decir. Kihyun solo sonrió ante su expresión atónita y señaló las luces.

— Si, pero son carísimas —puso una expresión devastada.

— Bueno, quizá si le haces la pelota a Ivy te la compre. Esa chica es como las polillas, va directa a todo lo que brille.

El chico comenzó a reírse de su propio comentario, pero cuando miró a Thalía se le borró de golpe la sonrisa. Tosió un poco con incomodidad y miró al suelo avergonzado.

— Perdón —se disculpó Kihyun—. Supongo que aún están las cosas entre vosotras un poco tensas.

— No te preocupes —intentó aligerar el ambiente—. Es cierto que aún nos evitamos sin darnos cuenta, como un acto reflejo. En realidad, no han pasado ni veinticuatro horas desde que aclaramos las cosas, aún me sorprende estar a su lado como antes.

It's a fucking drama...rama?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora