Un coche oscuro y discreto estacionó frente a la puerta de la universidad, justo donde estaba Thalía esperando con impaciencia. Cuando la ventanilla fue bajada y vio a Ellie tras ella subió de inmediato en el coche cerrando la puerta con un fuerte golpe. La pelirroja no hizo otra cosa más que despotricar desde que Ellie puso en marcha el coche hasta que se detuvieron en un semáforo.
— ¿Se puede saber qué narices te pasa? —Preguntó Ellie con fastidio— ¿Por qué estás tan cabreada? Y ponte el cinturón, no quiero multas.
— ¡Que voy a matar a alguien! ¡Eso pasa! —Exclamó Thalía.
Siguió refunfuñando mientras se ajustaba el cinturón y Ellie volvía a arrancar al ponerse el semáforo en verde. Thalía parpadeó varias veces y miró con más detalle el coche en el que estaba.
— Oye, ¿tú de dónde has sacado este coche?
— Yo... ¡No estamos hablando de eso! —Balbuceó— No trates de cambiar de tema, porque si no me equivoco tenías clase hasta las siete de la tarde.
— El horario partido es una mierda. ¡Si nos ponen clases que sean por la mañana o por la tarde, no unas cuantas por la mañana y otras por la tarde! A ver si se aclaran.
Ellie apretó con fuerza el volante buscando una paciencia que no tenía en aquellos momentos. A veces odiaba que las dos tuvieran un carácter tan parecido.
— Thalía. Habla. Ya —dijo Ellie con un tono duro.
— ¿Ha faltado el profesor?
— ¿Me lo preguntas? —Alzó una ceja Ellie para acabar suspirando— Thalía, por favor. ¿Qué ha pasado?
— ¡Nada! Solo me han echado de clase por amenazar a una imbécil con clavarle el lápiz de la tableta gráfica —dijo como si no fuera gran cosa, pero manteniendo su enfado.
— ¡¿QUÉ?! —Exclamó horrorizada Ellie— ¡Thalía ya hemos hablado de esto, nada de amenazar gente, esto no es España!
Thalía hizo un gesto de impotencia con los brazos como si quisiera golpear a alguien invisible.
— Esta vez se lo merecía, te lo juro.
— Para ti siempre se merecen las amenazas.
— ¡Estaba metiéndose con Ivy! —Explicó medio gritando— Era una estúpida hater que solo se ha dedicado la clase entera a despotricar sobre mi prima sin conocerla de nada e insultarla sin motivo.
Ellie chasqueó los labios con irritación, estaba claro que eso iba a pasar tarde o temprano. Solo que estaba pasando más bien pronto, apenas esa mañana se había destapado la relación de Ivy con Hyungwon y en tan solo medio día o incluso menos la gente se había vuelto loca por la noticia.
Ivy se había pasado la mañana en la agencia de Monsta X reunida con el equipo para ver como trataban con todo el escándalo. Por ello Ellie se había visto obligada a sustituirla en una sesión de fotos que tenía la morena para hacer. Ellie había estado totalmente cagada de hacer sola la sesión de fotos, no era tonta, sabía que Ivy había insistido para que le permitieran a la peliazul hacer la sesión, si no se lo hubieran pedido a un fotógrafo con más experiencia. Y pese a los nervios que había pasado y el pequeño ataque de pánico que tuvo, no pudo alegrarse más de que Ivy confiase tanto en ella para darle esa oportunidad.
— Es verdad que la noticia ha tenido bastante impacto...
— ¿Bastante? —Preguntó Thalía con sarcasmo.
— Vale, ha tenido mucho impacto —concedió Ellie—. Joder, ni siquiera yo pensaba que Monsta X fueran tan famosos para que se haya formado tal escándalo. Pero ambas hemos sido fans y lo seguimos siendo, por eso sabemos perfectamente cómo pueden llegar a ser otros fans de crueles cuando les tocan a su preciado idol.
