19: Raúl...¿Eres tú?

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-¡No puede ser!

-¿Qué, qué pasa?- sin poder decir palabra le mostré a Renata el papel...-¡No-puede-ser!-comenzó a gritar como una loca.

-¿Qué querrá decir esto? ¿Debo ir ahí?...

-¿No reconoces esa dirección?

-¡No, no tengo idea de dónde queda!

-Ya sé que toda la vida te he dicho que no creo que sea ese tal Raúl pero...¿Dónde queda la casa de tu tía?

-Ammmm...en una ciudad algo lejos de aquí, pero no recuerdo la dirección de su casa.

-¡Alesaaaa!

-¿Qué? ¡Era muy pequeña!...tendré que preguntarle a mamá.

Amabas estábamos tan desconcertadas que olvidamos por completo el almuerzo.

-Oye Alessa...si esa dirección resulta ser la de tu tía, ¡deberás ir ahí cuanto antes!

-¡Ay Dios mío!-dije tan nerviosa que comencé a temblar. -¡Necesito que vayas conmigo!

-¿Qué?- dijo Renata sorprendida.

-Vamos, por favor...¡No puedo hacer esto sin ti!

-Ah....-suspiró- Está bien, y que quede claro que lo hago porque sé que es muy importante para ti.

-¡Graciaaaas!- me lancé sobre ella y la abracé fuertemente.

-Bueno Alessa, vámonos a comer o te desmayarás por seguir en ayunas.

-Ah es verdad, comamos...nos queda poco tiempo.

Reni y yo fuimos por comida y nos fuimos a sentar a la cafetería. Mientras tanto no podía parar de pensar en aquel papel y aquella dirección. Definitivamente había llegado el momento de contarle a mi madre sobre todo esto. Tal vez ella tendría pistas, tal vez ella podría recordar la calle de la tía e incluso saber algo de Raúl...

Terminamos de comer y fuimos directamente a nuestras últimas clases, todas ellas pasaron tan lento que sentía que moriría. Las clases terminaron por fin y Renata y yo nos dirigimos a mi casa.

-Hola mamá-grité mientras abría la puerta.

-Hola Alessa, hoy llegas tempra...-se detuvo al ver a Renata- Ah! Hola Renata, que gusto verte de nuevo por aquí.

-Hola señora, muchas gracias. También me alegra verla

-¿Te quedas a comer?

-¿No las interrumpo?

-¡Oh no! Para nada- dijo mi mamá sonriendo.

-Bueno, muchas gracias.-dijo Renata apenada.

-Oye mamá...yo quería preguntarte algo importante.

-¿Dime Alessa, qué pasa?-dijo extrañada.

-Mira...-comencé a buscar en mi mochila y saqué el papel para mostrárselo-¿conoces esta dirección?

La cara de mi madre empalideció inmediatamente.

-¿Mamá?...

-¿Dé dónde sacaste esto?-dijo casi molesta.

-Bueno, es que...siéntate, es una larga historia.

Mi mamá nos miró y nosotras solo asentimos. Ella se sentó en la mesa y nosotras comenzamos a platicarle todo lo que había pasado hasta ahora, le mostramos todos los mensajes, Renata le contó cómo nos conocimos, le contamos sobre los sospechosos y sobre como habíamos llegado a nuestros últimos dos...

ÉlWhere stories live. Discover now