-¡Es que lo sabía! Lo sabía, te lo había dicho.- Dice Helena emocionadísima.
-Sí, y también me habías dicho que no me enamore-
-Bah, nunca me haces caso, esto no iba a ser la excepción-
-Da igual, no estoy enamoraaada, ni me siento como si estuviera en un campo lleno de amapolas y margaritas con un cielo azul y aire puro. Simplemente... me gusta. No sé, Al es distinto-
-Pues claro que es distinto, es el punto medio entre los dos anteriores-
-Los dos anteriores... puede ser-
-A ver, uno estaba super loco y el otro era super aburrido, ¿Por qué tienes que ser tan extremista?- Dice Helena medio angustiada.
-Porque sino no sería yo. Además, no exageres, ni Dani estaba tan loco, ni Fabián era tan aburrido... bueno, un poco, pero que no pasa nada. Es que tengo la sensación de que todo está cambiando para bien demasiado rápido, y no es que me moleste, es que... no quiero que se acabe-
-No tiene por qué acabarse si no quieres Ana-
-A veces eso no es así, y lo sabes perfectamente. No todo depende de nosotros. ¿Y si mañana cambia de opinión? O peor aún, ¿Y si es más aburrido que Fabián? ¡Dios mio! Debería haber pensado mejor esto. Que complicadas son las relaciones... no sé porqué he cedido- Dice Ana con cara de agobio.
-No te preocupes, no creo que pueda existir una persona más aburrida que Fabián en el mundo-
-En realidad, estamos especulando, ni siquiera lo conozco bien. Pero lo que llevo conocido me encanta. Es como una fusión de todo lo que me gusta-
-Entramos en el nivel 4 de 'enamoramiento'. Cuando lleguemos a la fase 5 esto va a ser muy divertido-
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Lágrimas blancas
Teen FictionAna Fuster tiene 17 años y, como cualquier otra persona de su edad, su objetivo es encontrarse, aunque para ello deba perderse más de una vez. Una historia llena de emoción, traición y como no, amor.