Era una típica noche de sábado en la mansión de los Lawson, una de las familias más ricas de New York con diferentes empresas exportadoras diseminadas por el mundo, y esa noche como tantas otras anteriores se celebraba una fiesta.Esta era especial para toda la familia ya que era en honor de los recién comprometidos Leo ,el hijo mayor de los Lawson, y Cora Wyatt su novia desde la adolescencia.
Leo miraba impaciente la entrada del salón pues Cora llegaba tarde aunque le había prometido que llegaría puntual de su viaje a Hong Kong pues era una de las más reputadas modelos del momento. De repente Williams, mano derecha de su padre desde hace 20 años, apareció pálido y demacrado por la puerta del salón y haciéndole una seña llamó a su padre y al mismo con movimientos urgentes.
Cuando Leo y su padre llegaron hasta Williams éste los hizo pasar al despacho.
-Arnold, Leo.No se como daros esta noticia así que lo diré sin rodeos.
Hemos recibido una llamada de tráfico aéreo informándonos que el jet que traía a Cora ha tenido un accidente y de momento no saben donde se encuentra o si hay supervivientes.
Leo no podía creerlo, no podía ser, Cora, su pequeña, el amor de su vida, perdido.
- NO! Williams debe haber un error. No puede ser!!
Arnold no sabía como consolar a su hijo.En un momento que debía ser uno de los más felices de la vida de su hijo una tragedia como ésta...
-Hijo sientate y tranquilizante, te juro que vamos a hacer lo imposible por encontrar a Cora.
Con eso un brillo de esperanza renació en Leo.Lástima que 40 días después ese brillo se apagase completamente al encontrar el jet de su familia cerca de la costa de las Islas de Lantau y comprobar que era imposible que hubiese supervivientes.
En ese momento Leo Lawson enterró su corazón para siempre con su amada Cora.
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Corazón dormido
RomanceLa tragedia sacudió su vida llevándose su prometida y primer amor con ella.Así que Leo decidió no volver a amar y no poner en riesgo su corazón con sentimientos innecesarios...hasta que la vida le devolvió la jugada sin saber si ya es demasiado tard...