Capítulo 4

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Julia llevaba un rato buscando a su amiga Miranda. Ésta le había dicho que tenía grandes noticias y estaba deseando saber de que se trataba.
Y así la encontró apoyada en un balcón que recorría toda la fachada de la casa y daba pie a unas escaleras para llegar al jardín.
-Miranda!! Por fin te encuentro! Que haces aquí escondida??
- Hola Jules. No estoy escondida nada más necesitaba un poco de aire....
- Bueno amiga. Cuenta me esas novedades.
Por un momento Miranda tuvo que recomponerse para que su amiga no se diese cuenta de el shock que había supuesto el haberse dado cuenta de lo idiota que había sido respecto a su hermano.
Con una gran sonrisa forzada le contó la gran noticia.
- Jules hoy me han confirmado que cuentan conmigo para empezar el lunes a trabajar en la Compañía Pritchett.
Julia no cabía en sí de gozo pues sabía todo lo que había trabajado su amiga y que aunque su padre la ofreció un puesto Miranda lo había rechazado pues quería labrarse su propio futuro sin que pudiesen decir que se había aprovechado de su relación con los Lawson.
- Cuánto me alegro Mir. Eso se merece una celebración! Esperame  aquí y ahora vuelvo con algo para brindar por tu brillante futuro.

Y así Miranda quedó otra vez sola con sus pensamientos. Le daba mucha rabia el saber que había puesto sobre un pedestal a un hombre tan cínico y desagradable como Leo. Siempre había sabido que no era su tipo y que su amor nunca iba a ser correspondido. Pero el darse cuenta de la inquina y desprecio que sentía Leo hacía ella le había abierto los ojos de golpe.
Ella era joven y tenía un gran futuro por delante y se prometió a si misma que nunca más se dejaría pisotear por nadie.
-  Juro que te vas a arrepentir de haberme tratado así Leo Lawson.- dijo mirando la noche estrellada.

Lo que no sabía es que en ningún momento había estado sola y no percibió la rabia que unos ojos verdes desprendían desde la oscuridad....

Corazón dormidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora