Corazón dormido

Capítulo 21

  Después de salir de la fiesta de los Lawson Miranda fue a su casa a cambiarse pues habían quedado un grupo de amigos para cenar e ir a bailar. Había quedado en verse con Julia directamente en el restaurante y ya llegaba tarde así que se apresuró a tomar un taxi rezando para llegar a tiempo. Durante estos meses se habían acostumbrado a quedar por lo menos una vez al mes y cada vez iban añadiendo más gente a ese grupo variopinto de amigos que tenían. Era una mezcla de gente del trabajo de Miranda, amigos de toda la vida y agregados. Por suerte para Miranda consiguió llegar de las primeras al restaurante y se sentó a esperar la llegada de los demás mientras charlaba entretenida con los que ya estaban con una copa de vino blanco. Vio llegar a la vez a Mark y a Adam. Esos dos habían hecho buenas migas durante estos meses y Miranda se alegraba pues Mark la caía muy bien y sabía que todos los apoyos que tuviera su amiga con Adam le vendrían de perlas. Haciéndoles un gesto llegaron a la mesa y Mark se apresuró a sentarse a su lado.
- Y yo que pensaba que en la fiesta ibas guapa...estas espectacular Mir.
  Dijo dándole un beso en la mejilla.
Adam se sentó enfrente suya y la saludó sonriendo.
- Bueno! Cómo está mi supervisora de proyectos favorita??
- Cómo?? Te han ascendido por fin Mir? Cuánto me alegro!! No sabes la rabia que le debe de dar a Arnold no tenerte en su empresa!
Mark la levantó en volandas de su silla y la abrazó dándole besos por la cara. Miranda se carcajeaba cuando al girar sus ojos se toparon con unos verdes que hacía tiempo que odiaba ver. Pero...qué hacía Leo aquí??
- Así que ésta es la hermosa mujer que decías Mark?- dijo con rabia.

Mark sin percatarse del cambio en Miranda ni de su amigo le saludó con una sonrisa.
- Bueno pero por supuesto quién habría más hermosa que Mir??
Sientate amigo y cuentame cómo es que has acabado aquí.

Leo tomó asiento y al percatarse de que a su lado se hallaba un tenso Adam Pritchett mirando fijamente a Miranda, se sintió tensar de nuevo al pensar que la competencia parecía que no hacía más que crecer con respecto a esa mujer.

- Mm yo tengo que ir a hacer una llamada. Si me disculpais.
Dijo Miranda retirándose para llamar a su amiga e informarla que el cavernícola de su hermano se había presentado a su cena. Pasándose la mano por la frente se preguntó qué les depararía la noche.