Leo había llegado a las puertas de la casa familiar después de seis meses ausente y un vuelo demasiado largo. Pero la ocasión lo merecía pues era el cumpleaños de su madre y quería darle una sorpresa. Al entrar vio que la fiesta estaba en pleno apogeo y aunque la gente fue parándole a saludarle él buscaba a su madre con la mirada. Al encontrarla por fin una sonrisa se asomó en sus labios. La había echado de menos, aunque normalmente le volvía loco cuando se inmiscuía en su vida ahora se había dado cuenta de cuánta falta le había hecho. Al moverse la persona que tenía delante pudo ver a la mujer que estaba a su lado y su corazón dio un salto y le faltó el aliento. Ahí estaba la mujer responsable de sus penurias. Y estaba más bella que nunca. Su madre la sujetaba del brazo y con una sonrisa en la boca respondía a algo que ésta le había dicho. Hasta que Miranda alzó la mirada y le vio ahí parado. Entonces sus ojos se volvieron fríos y su sonrisa desapareció. Su madre al ver el cambio en Miranda alzó el rostro y al verle ahí parado salió corriendo hacia él con lágrimas en los ojos. Leo la abrazó durante un buen rato hasta que sintió como alguien le daba unas palmadas en la espalda.
-Leo hijo mio! Qué alegría verte! Cuándo has llegado??
Leo dio la vuelta para abrazar a su padre y buscó con la mirada a su hermana. Obviamente ésta estaba con Miranda que la escuchaba atentamente y sonreía negando con la cabeza. Se acercó a ellas logrando escuchar el final de la frase de Julia.
-.....en el restaurante Le frix, no?
Al verlo Miranda se envaró y tocando el brazo de Julia le saludó.
- Buenas noches señor Lawson. Julia yo he de irme ya, voy a despedirme de tus padres y nos vemos allí.
- No te vayas por mí Miranda....
- Señorita Talbot para usted, señor Lawson, y por supuesto que no tiene nada que ver con mi marcha, he quedado con...un amigo.
Y dándole un abrazo a Julia se fue mezclándose con la gente. Leo volvió a mirar a su hermana sin saber muy bien que le esperaba.
- Julia yo....te he echado de menos.
Julia le abrazó y dándole una palmada en el brazo le dijo
- Yo también te he echado de menos, Neand.. Digo Leo- dijo con una carcajada.- Vamos a por algo de beber.
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Corazón dormido
RomanceLa tragedia sacudió su vida llevándose su prometida y primer amor con ella.Así que Leo decidió no volver a amar y no poner en riesgo su corazón con sentimientos innecesarios...hasta que la vida le devolvió la jugada sin saber si ya es demasiado tard...