Corazón dormido

Capítulo 5

Pov Leo

Rabia. Rabia pura y dura es lo que sentía en esos momentos.
Esa pequeña bruja no solo se había reído de si familia estos años sino que había conseguido que su pequeña hermana traicionase también a su familia. Y esa bruja no sabía con quien se estaba metiendo...
Aprovechó el momento de distracción para salir de las sombras y encararla.
- Y como pretendes que me vaya a arrepentir, gorda estúpida!
Al ver como el cuerpo de ella se tensaba y daba la vuelta para encararlo se permitió un momento para observarla bien. Le sorprendió no haberse dado cuenta antes del cambio de Miranda. Había pulido su estilo a la hora de vestir. Seguro que gracias a su hermana pensó. El vestido que llevaba de un azul pavo real se ajustaba a unas curvas de infarto que le hacían la boca agua. Poco a poco subió su mirada hasta llegar a los ojos de Miranda y se dio cuenta de que faltaba algo. No supo decir que. Pero ese algo le hizo sentirse más solo y eso le dio mas rabia todavía.
Miranda con la barbilla en alto y una vez que pudo recuperarse le soltó.
- Eso no es de tu incumbencia. Así que sino tienes más tonterías que decir dejame sola.
Leo no fue consciente de que había dado un paso y la había sujetado hasta que la tuvo pegada a su cuerpo, tentándolo así de muchas maneras. Y entre dientes intentando controlar su furia la acercó aún más diciéndole
- Yo se cómo tratar a la gente como tú y te voy a demostrar que conmigo no se juega...
Y sin más empezó a tocarla por todas partes forzándola a apoyarse contra la barandilla. Se oyó como el vestido se rasgaba y en la nube de alcohol y rabia en la que estaba Leo no la oía suplicarle que parase ni nada más que las sensaciones que recibía al frotarse con su cuerpo y tocar su suave piel.Apretó su cuerpo contra su gran erección sintiendo como cada vez perdía más la cabeza.
No era consciente nada más que de sus necesidades en ese momento en el que sólo podía sentir lujuria y rabia. La estaba castigando pero había perdido la razón en algún momento y no se habría reconocido jamás.
Hasta que de repente oyó un grito y sintió de repente cómo alguien le quitaba de en medio y le daba un puñetazo con el que acabó tirado en el suelo. Furioso levantó la vista para ver a su adversario y se sintió morir...