Cuando Leo entró al despacho de su padre no sabía como iba a poder explicar lo sucedido. No se lo explicaba ni a sí mismo. La verdad es que había pasado de querer darle una lección a Miranda a perderse en sus labios casi en el mismo instante en que los rozó. Nunca habría imaginado que pudiese gustarle esa chiquilla...
Al entrar encontró a su padre mirando por la ventana con un whisky en la mano y cuando volteó a verle pudo llegar a vislumbrar la mirada de decepción que le lanzó.
- No te imaginas lo decepcionado que estoy de ti... Sabía que habías cambiado desde lo de Cora pero no me imaginaba que ya no quedaba nada del hijo al que crié...
- Papá.... Te prometo que ha sido un error y que estoy profundamente arrepentido...ni yo mismo entiendo cómo ha podido pasar...
- No me interesan tus excusas! De momento no tengo ganas ni de mirarte... Te agradecería que te fueras a tu casa esta noche y mañana decidiremos que va a pasar... Pero quiero que sepas que no pienso oponerme a que Miranda ponga una denuncia contra ti.
Leo palideció y empezó a ver las consecuencias de sus actos. Sólo fue capaz de asentir y salir del despacho cerrando suavemente la puerta. No era un niño y entendía que sus papis no iban a protegerle pero...demonios! Era la primera vez que había visto esa mirada en su padre y la primera vez que sabía que nadie le iba a apoyar...se sintió un poco perdido...
Pasándose la mano por su melena castaña se dirigía hacia la salida cuando una tromba en forma de su hermana bajó las escaleras directa hacia él y empezó a golpearle por todos los sitios....
La situación habría sido cómica al ver a ese pequeño misil dándole guantazos y puñetazos q un hombre tan alto y corpulento como Leo si no fuera porque el receptor era él mismo...
Su padre al oír el jaleo salió corriendo del despacho consiguiendo separar a Julia de Leo. Ésta seguía intentando alcanzarle y con las mejillas bañadas en lágrimas y los ojos brillando de furia le espetó
-Maldito bastardo! Cómo te has atrevido a tocar a mi amiga, mi hermana!! Te mataré con mis propias manos! Desgraciado!!
Su padre intentaba tranquilizarla mientras un atónito Leo se colocaba como podía las ropas sin poder creer que esa fuera su dulce hermanita.
-Ya! Sueltame papá! No le voy a volver a tocar- dijo Julia con una sonrisa sarcástica- No merece la pena ensuciarse las manos con la basura! Te lo juro por mi vida Leo Lawson no voy a dejar que vuelvas a lastimar a mi hermana y antes de que eso pase yo misma te mataré!!
Y sin más Julia se dio la vuelta y se fue, dejando a los dos hombres sin palabras.
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Corazón dormido
RomanceLa tragedia sacudió su vida llevándose su prometida y primer amor con ella.Así que Leo decidió no volver a amar y no poner en riesgo su corazón con sentimientos innecesarios...hasta que la vida le devolvió la jugada sin saber si ya es demasiado tard...