Me despierto por los pequeños rayos del sol que salen de la ventana.
Tallo mis ojos y me levanto un poco, me duele, duele moverme, me duele la cabeza y me duele todo mi cuerpo.
Me arreglo un poco y veo que estoy desnuda. Miro a mi alrededor y a mi lado esta Leo completamente dormido.
-¿Qué demonios pasó anoche? —digo alterada—
Con dificultad me levanto y veo mi traje de baño, me lo pongo ya qué es lo único que veo que es mío. Entro al baño y veo una toalla de esas que ponen en los hoteles y me la pongo.
Le doy un ultimo vistazo a Leo y sin más salgo de la habitación. Miro a todos los lados rezando y pidiendo a Dios, no toparme con nadie.
Cuando bajo las escaleras, veo mi mochila en un pequeño sofá en lo que creo es una sala.
- ¡Gracias al cielo! —exclamó—
La tomo y voy al mismo baño que fui anoche. Me pongo la ropa que traje de repuesto.
Cuando salgo me tope con una señora que creo es de limpieza.
-Disculpe, ¿Cómo puedo salir de aquí? —digo—
-La acompañare a la puerta. —me responde amablemente—
La sigo hasta llegar a la puerta. Agradezco y sin más me voy. Saco mi teléfono y veo que tengo varias llamadas perdidas de Diana, Nicole y ¿Carlos? El último me sorprende.
Deben de estar preocupados por mi. Yo misma lo estoy, no sé qué mierdas paso ayer?
Tampoco sé porque me levante desnuna y al lado de... Un segundo. Armemos este rompecabezas.
No me digan que... ¡Oh por Dios!
Acaso,yo... No, no lo creo. Trago grueso.Estaba llegando a mi casa cuando veo a mamá salir en su auto. Me preocupo un poco, no quiero que valla a pensar que me paso algo y me haya ido a buscar.
-La voy a llamar —saco mi teléfono— ¡Sin batería! ¡Genial! —digo rodando los ojos—
Me apresuro para llegar más rápido. Cuando llego, abro la puerta y entro. La cierro con llave y me dirijo a la cocina.Veo una nota de mi madre.
Hija, si llegas primero que yo. Me fui de compras con una amiga. Tu padre está en Italia y tu hermano está está en la casa de un amigo. Volveré en varias horas. Iré al spa más tarde.
Te Quiero, Mamá.
-Ahh ya que. Supongo que estaré sola otra vez.
Subo a mi habitación para darme un baño caliente, quiero relajarme mientras pienso en que demonios pasó ayer.
Entro a mi baño y preparo la tina. Pongo a cargar mi teléfono. Entro al baño nuevamente.
Quito toda pieza de ropa que traía encima y me adentro en la tina. Dios, que bien se siente. Mi cuerpo está muy adolorido. Me recuesto y me pongo a pensar todo lo qué pasó ayer.
A ver; Llegue, salude, baile, hablé con Leo, bebí mucho, baile otra vez, celos, nade, Leo aislado, yo sentada en sus piernas — ¿pero que demonios? —yo provocando a Leo, escaleras, habitación y ¡Ay por Dios! —perdí mi virginidad con Leo.
Me quedo en shock por un momento y no puedo sentirme algo culpable.
-Me siento como una cualquiera. Le di lo más preciado de mi ser. ¿Cómo pude caer tan bajo?
Cierro mis ojos para olvidar esos pensamiento y tratar de relajarme un poco. Oigo a lo lejos que mi celular está vibrando, supongo que ya prendió. Me duele la cabeza. Me paso la mano suavemente por todo mi cuerpo adolorido y me vienen todos esos pensamientos a la cabeza, como Leo me hizo sentir, sus jadeos, sus toques, ahhh esto es increíble.
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Amor Bipolar.
RomanceEn el transcurso de nuestras vidas, siempre habrá alguien de quien nos enamoramos perdidamente. Dicha persona no siempre es la indicada. Este es el caso de Ally, una chica de 17 años que se enamora perdidamente de Leo, un chico de su nueva escuela...