27. No me dejes

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Narra Ally.
Estoy algo triste; hoy es el último día que estaremos en Hawaii. Los últimos días fueron los mejores. Fuimos a la playa y nos montamos en Jet skis y de hecho soy mejor que Carlos en eso. Carlos se calló muchas veces al agua y yo solo dos y fueron por su culpa.

También hicimos varias actividades como competencias que hacían en el hotel y cosas variadas. Por otro lado, no hemos sabido nada de Angie desde la velada de navidad. Ninguna carta, ningún mensaje, absolutamente nada. Al parecer si le quedo claro que Carlos es solo mío.

Estaba preparando las maletas cuando Carlos entra con una cara no muy buena. Frunzo el ceño cuando toma varias cosas y las comienza a tirar al suelo.

- Hey, Carlos -toma una almohada y la tira hacia la televisión- Carlos, Dios, ¡Cálmate! ¿Qué te pasa?

- ¿Qué me pasa? Mi padre es un idiota -sigue tomando cosas y las tira al suelo.

- P...pero cálmate, ven y cuéntame que te pasa, qué te dijo y por qué estás así.

Se sienta en el suelo y se agarra los cabellos frustrado. Me le acerco sigilosamente y me pongo de rodillas frente a él.

- Amor, vamos a hablar -digo suave para calmarlo.

- No quiero hablar de nada.

Se levanta y agarra todas sus pertenencias, las entra en sus maletas sin ningún cuidado. No quiero atacarlo más así que paso a seguir haciendo mis maletas. Cuando termino entro al baño para darme una ducha. Me doy una ducha rápida y salgo envuelta en una toalla. Me pongo una camiseta amarilla, unos shorts blancos y mis vans. Dejo mi cabello suelto y paso a guardar la ropa que tenia puesta anteriormente.

Carlos está sentando en la cama sin decir nada. Su expresión tampoco dice nada. No sé qué haya pasado pero me preocupa, y mucho. Esta mañana el se levantó feliz y muy sonriente y de repente está frío.

Ya era hora de irnos, como la vez pasada, nos montamos en un barco que nos llevaría al aeropuerto y de ahí partiríamos a Los Angeles. El viaje en avión fue algo aburrido. Solo veía a Carlos de reojo y no decía nada. Estaba un poco aburrida y me quedé dormida.

- Ally, despierta -abro los ojos lentamente- hey, ¿Tienes hambre?

Veo a mi al rededor y veo que aún estamos en vuelo. Carlos me mira y ya no veo esa frialdad en su mirada.

- Ally, ¿Estás escuchándome?

- Eww, si si. ¿Qué hay de comer?

Un bozo nos trazó una bandeja con frutas y Yogurt. No soy muy fan del Yogurt pero junto con las frutas sabía rico. Sentía la mirada de Carlos sobre mi de vez en cuando pero no quería mirarlo.

- Ally -miro a la ventana- Ally... Perdón -me digno a mirarlo- perdón por comportarme así esta mañana.

- Esta bien... -digo cabizbaja.

- No, no está bien. Yo, yo te prometo que cuando lleguemos te explicaré todo. En verdad aunque no quisiera, debo hacerlo.

Algo confundía asiento y el me da una sonrisa mientras me acaricia la mejilla. Me acerco a él y le doy un corto beso en los labios.

Una hora después, ya estábamos aterrizando. Bajamos del avión y buscamos nuestras maletas. El carro de Carlos estaba parqueado en el estacionamiento.

- ¿Tu familia se fue en el otro Jett? -pregunto y Carlos solo asiente.

Subimos las maletas en el baúl y luego subimos nosotros con dirección a mi casa. Al llegar veo un auto parqueado que no se me hace para nada familiar.

Amor Bipolar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora