Narra Ally.
Iba caminando hacia la casa de mi ahora novio, Carlos. Cuando casi estaba por llegar, me detengo en una plaza para comprar algunas cosas. Entro a la plaza y comienzo a caminar hacia Starbucks. Pido dos frappes grandes y vi que estaban vendiendo cupcakes así que compré seis. La señorita de caja ordena todo, pago y sigo mi camino. Cuando llego al edificio, subo en ascensor. Toco el timbre al llegar a su apartamento, después de un rato me abre la puerta un Carlos con el cabello desordenado y solo un short puesto.- Explicame esas fachas —sonrío y me adentro más al departamento pero se borra mi sonrisa cuando veo quien está sentada en uno de los muebles de la sala— explícame, ¿qué hace ella aquí?
- Eh.. amm.. te juro que no es lo que parece —se rasca la nuca— solo me estaba explicando lo que me iba a decir —frunzo el ceño— ella quiere hablar contigo y me estaba explicando el porqué.
- Oh, ¿y tú simplemente no podías ponerte una camiseta? —digo mientras dejo las bolsas encima de la encimera—
- Ay tranquila. Lo mejor que has hecho fue llegar en este momento —me dice Paola con su voz tan aguda e irritante que tiene—
- Ay tranquila. Lo mejor que puedes hacer es irte de aquí —digo tratando de imitar su voz—
Paola rueda los ojos —simplemente quiero hablar contigo y sinceramente es importante. Puedes?
- Te daré 5 minutos —levanto una ceja y cruzo mis brazos sobre mi pecho—
Ella se levanta y comienza a morderse el labio. Carlos posa su mano encima de su hombro y lo miro con cara de pocos amigos; cuando se dio cuenta de lo que le quise dejar dicho la quita.
- Linda, el tiempo corre y no tengo todo el día. ¿hablarás conmigo si o no? —le digo desesperada, rodando los ojos—
- Sí, sí te diré. Es que no acostumbro a hacer esto —me dice cabizbaja—
- Mmm... Las dejaré solas —dice Carlos yéndose a su habitación—
Paola sigue dando vueltas y yo paso a sentarme a uno de los sillones de la sala. Ruedo los ojos y ella pasa a hablar.
- Mmm... Tal vez no me creas pero sinceramente lo pensé toda la noche antes de hacer esto y... —la interrumpo—
- ¿Puedes hablar sin rodeos? Ya me perdí —le digo—
Paola suspira y pasa a hablar— Ok, yo... Yo solo quiero pedirte perdón —frunzo el ceño— si, perdón. Perdón por todo, por cómo te trate, hablé o lo que sea. Simplemente, perdón.
- Lo esperé de todo mundo, menos de ti —le digo asombrada—
- Entonces, ¿me perdonas? —me dice—
En realidad no me estoy creyendo este cuento pero de todas maneras le dare una oportunidad y despues vemos.
- Mmm... Supongo que todo mundo se merece una oportunidad, así que si. Te perdono —le sonrío lo más convincente posible—
- ¿En serio? gracias, gracias. Ahora podemos ser amigas —dice mientras me salta encima y me abraza. Yo solo ruedo los ojos— Me tengo que ir a casa. Nos vemos mañana, amiga.
Comienza a caminar hacia la puerta y antes de salir se da la vuelta guiñándome un ojo. Sin más sale. Suspiro mientras ruedo los ojos. Sinceramente no me creo ese cuento de "te pido perdón" pero veré cómo siguen los próximos días. Comienzo a caminar hacia la habitación de Carlos. Cuando me acerco me recuesto del marco de la puerta mientras lo veo. Estaba arreglando unas almohadas de la cama y solo estaba en ropa interior. Dejo mi bolso al lado y me acerco a él.
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Amor Bipolar.
RomanceEn el transcurso de nuestras vidas, siempre habrá alguien de quien nos enamoramos perdidamente. Dicha persona no siempre es la indicada. Este es el caso de Ally, una chica de 17 años que se enamora perdidamente de Leo, un chico de su nueva escuela...