Varios tragos, música y yo... ¿Buena combinación? No, para nada. Estoy segura que me estoy moviendo como loca pero la mayoría están así. Así que no me siento avergonzada. Aún tengo uso de razón pero no beberé más.
Halo a Carlos del brazo para dirigirnos a aquel puente... Me encanta en la manera que esta decorado.
Me siento recostándome de una de las barandas y le hago señas a Carlos para que se siente a mi lado. Él se sienta y me mira.
-¿Qué hacemos aquí? —me pregunta—
-Quería liberarme de todo ese ruido... ¿Qué hora es?
-Las 10:50 —dice mirando su reloj— ya es hora del after party...
-No se si quiero ir —digo acomodándome en mi lugar—
-Pero te disculpaste con Leo, ya no te tienes por qué sentir incómoda.
-No es eso... ¿Por qué no te rindes? —me mira confundido— es decir, ¿Por qué seguiste luchando por mi, sabiendo que todavía me gustaba Leo? O ¿Por que sigues luchando?
-Él fue tu primer amor, yo intento ser el último —me dice Carlos cabizbajo—
No tuve control de mi misma y me le acerco y él levanta la mirada y sin más uno nuestros labios en un beso lento con deseo. Coloco mi mano en su nuca acariciando los pequeños cabellos que hay allí y sin querer dejo caer el estetoscopio que estaba colgando de su cuello debajo del puente.
Me despego de golpe y por el impacto, Carlos muerde mi labio inferior. Duele pero, es leve.
-¡Ay, lo lamento! —digo tapando mi boca con mis dos manos—
-Yo lamento eso... —dice refiriéndose a mi labio— está sangrando pero es leve.
-Esta bien, pero de verdad lo siento —digo—
Carlos mira hacia abajo y una sonrisa se dibuja en sus labios —valió la pena perderlos— se me acerca y me vuelve a besar. Le respondo el beso instantáneamente.
-Debe...riamos... Volver... O nos... Estarán bus... cando —digo entre besos—
Carlos se separa lentamente de mi, se levanta y me ofrece la mano para irnos al after party. De nueva cuenta bajamos por el puente y nos dirigimos a la cabaña donde estaríamos el resto de la noche.
Pasamos por "el cuarto druina" aún sigo teniendo curiosidad de qué es eso.
-Carlos, adelántate. Quiero ver algo —le digo—
-¿Quieres que vaya contigo? —me pregunta con una ceja arriba—
-No, estaré bien —el asiente y se va—
Me fui acercando más y más. Mientras caminaba casi al llegar, veo sombra oscura y no voy a mentir, estoy asustada, pero no dejo que eso me afecte y me acerco más.
-BUUUUUU —gritan detrás de mi—
Doy un salto y doy la vuelta y veo que fue Ángel Daniel. Lo fulmino con la mirada.
-¿Qué demonios? —digo cruzando mis brazos—
Ángel se me acerca y me da un beso y lo quito instantáneamente.
-¿Qué rayos te pasa? ¡Quítate! —digo empujándolo—
-Quiero que seas mía. Ni el idiota de Carlos podrá impedir que seas mía. Serás mía por las buenas o por las malas. La primera opción es mejor —dice dominante tratando de besarme—
ESTÁS LEYENDO
Amor Bipolar.
RomanceEn el transcurso de nuestras vidas, siempre habrá alguien de quien nos enamoramos perdidamente. Dicha persona no siempre es la indicada. Este es el caso de Ally, una chica de 17 años que se enamora perdidamente de Leo, un chico de su nueva escuela...