7. Hogar no tan dulce

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Llego a mi casa cansada, con mucho sueño con mucha hambre y para colmo, un dolor de cabeza de madre. Miro el reloj y son las 4:32 de la madrugada. Después de ese juego. Ese juego que hizo que besara a Leo. Literal estoy en shock.Aún no me lo creo. ¡Dios!

Besaste a tu crush.

Sep, wao, si.

Voy a la cocina a ver qué puedo comer. Me preparo un sándwich y un café. Voy a la sala y me encuentro con mi mamá en las escaleras.

- ¡Hasta que llegas! ¿Qué? ¿Ahora te gobiernas?

-Lo siento mamá. Es que se puso buena la cosa.

- Ahg, ni que hubieras besado a tu crush.

- Pues... —mi mamá abre los ojos como platos, soy de esas personas que tienen buena relación con sus padres y en mi caso más con mi mamá. Le cuento todo—

- Y... ¿que esperas? Cuenta...

-Mamá, te contaré después. Tengo hambre, sueño y dolor de cabeza.

Ella asiente y sube. Yo simplemente subo a mi habitación y cuando termino de comer, entro al baño. Me doy una ducha rápida y me pongo mi pijama que consiste en una franela blanca y un short rosa pálido de terciopelo.

Salgo del baño y me dejo el pelo suelto para que no me duela más la cabeza y sin más, me acuesto.

(***)
Me despierto por todo el ruido que hace desde abajo pero no me levanto y sigo dando vueltas en la cama, pero los rayos del sol, tampoco me dejan estar en paz.

Me rindo levantándome y yendo al baño. Me veo en el espejo y sí, parezco una loca como siempre. Me lavo los dientes y me quito toda pieza de ropa para darme una rápida ducha.

Al salir, me seco y me pongo un suéter rosa y un short de mezclilla y mis zapatillas color nude. Bajo y veo que mi madre está hablando con una mujer.

Cuando notan mi presencia...

-Oh, al fin despiertas —dice mi mamá— Mira, ella es Marie, una vieja amiga mía.

-Un gusto —digo acercándome, le doy la mano y ella la toma sin dudar—

- Soy Ally... —respondo— mmm... ¿Qué horas es?

-3:42pm —dice mi madre y abro los ojos como platos— Si, te levantaste tarde.

-Así mismo fue mi hijo. Apenas hace una hora se despertó —dice la señora que ahora sé, se llama Marie—

- Pues debe ser un vago igual que yo —respondo— vuelvo en un momento.

Ellas asienten y me voy a la cocina, hago un poco de café para mi para terminarme de despertar. No hago para mi madre y para Marie porque vi que ya tenían bebidas ahí. Así que solo haré para mi.

En lo que se hace, me hago unas tostadas. Si, lo se. Es tarde pero no quiero sopa de pescado, que es lo que mi madre había cocinado anteriormente.

Mientras me servía el café, escucho como llega una persona y de verdad, desconozco su voz.

Salgo de la cocina para ver quien es y veo a Carlos.

-Hey —digo corriendo hacia el para darle un abrazo, me responde el abrazo— Como estás? Ven, vamos a la cocina.

Cuando llegamos a la cocina me siento en uno de los bancos que hay en frente de la isla con mi café y tostadas.

-Dime, cuéntame algo bueno.

-Bueno, esto es malo. Literal me acabo de levantar —digo riéndome— tengo mucho sueño —Carlos se ríe— dime, qué hay de ti?

-Nada nuevo...

Amor Bipolar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora