Conociendo a Harry.

II

—¡Cassie! ¿ya guardaste tu ropa para tomar el avión?— chillo mi madre desde la plana baja.

—¡Si madre!

Sinceramente, no quería desaparecer de aquí. Amo Nueva York y no quiero ir a Londres, donde no conozco a nadie.

Anabel me dijo que, probablemente, me encuentre con los One Direction, pero no me importa. Ni los conozco y tampoco tengo esa intención. Así que, si me los llegó a encontrar, seguiré caminando, como si no hubiera sucedido nada. Aparte, no sé como son.

Punto para mí.

Termine de empacar y baje corriendo las escaleras, observando, lo que un día fue mi hogar.

—¿Lista?

—¿La verdad? No.

—Oh, cariño. Ya verás que te encantará Londres.

—Pero...

—Nada. Vamos que se nos hace tarde.

Subimos al coche que nos llevaría aL aeropuerto.

No puedo mentir. Tengo miedo.

No sé, pero, a partir de ahora, mi vida volvió a comenzar.

+-+-+

Una vez que llegamos, bajamos las maletas.

Ya cuando entramos, fui a comprarme una revista para poder leer y para que la espera no sea tan larga.

Llegue al pequeño Kiosco y compre una revista con varias páginas. Sería mejor, tendré para leer

Mi madre me esperaba justo debajo de un gran avión.

No puedo creer como es que esta tan feliz de abandonar todo lo ue consiguió acá.

—¿Preparada?

—¿Es necesario? Ya sabes, puedo quedarme con Mike, los padres no tienen problema.— Cuando nombre a Mike, mi voz salió ya quebrada y al borde de las lágrimas.

—Cielo, no llores. No te puedes quedar con Mike, eres mi hija y no pienso dejarte.— Dijo mi madre en un tono dulce.

No me contuve más y me puse a llorar porque sabía que este era el final.

—Tranquila. —Dijo alguien abrazandome por detrás. ¡Esa voz! ¡Esos tatuajes!

¡Era él!

Rápidamente, me voltee para capturar sus inconfundibles labios con los míos.

Había venido.

Subí mis manos hasta su pelo y él me atrajo más hacia él agarrandome de la cintura.

Abrí mis labios dándole permiso a su lengua. Sinceramente, me había olvidado de Jason y mi madre. Que por cierto, observaban expectantes aquella escena.

Nos separamos por falta de aire.

—Viniste— Dije, aún llorando.

—¿pensaste que no vendría?

—Te amo Mike.

—Te amo más, Cass. Prometeme que no me olvidaras.

—¿Estas de broma? No podría olvidarte aunque me saquen la memoria.

Mike también lloraba.

—No quiero dejarte.

—Y no lo harás. —Cuando dijo eso, Mike se separó de mi y saco del bolsillo de su chaqueta un paquetito azul.— Esto es para que me recuerdes. —Y saco un colgante con un dije en forma de M.

—Dios mío.

—¿Te lo pongo?

—Por favor.

Me di vuelta sosteniendo mi cabello.

Él me colocó el collar y luego me giro.

—Hermosa.

—Gracias.

Pasajeros del vuelo con destino a Londres, por favor presentarse en la sala A, con todos los papeles sugeridos. Gracias y que tengan una buena tarde.

Mierda. No. Justo ahora no.

—Mike.

—Cassie. Te amo.

—Yo también. No me olvides.

—Chau princesa. No te olvidaré.

Mi mamá me estaba arrasando hasta la sala A mientras yo me despedia de Mike. Y él de mi.

Los dos, llorando.

No me olvides, decía yo.

Y él me miraba.

Esto no puede estar pasando.