Conociendo a Harry.

XI

—¿De qué te ríes? —pregunté confusa. Todavía seguía acostada en la cama. No quería levantarme.

—¡Gemma para ya!— y se pudo escuchar una carcajada proveniente de él. De fondo, la voz de una chica que le gritaba «¡Voy a parar cuándo me digas quién es esa chica! ¡Yo sé que te gusta!— le decía en un tono divertido y agitado a la vez.» ¿Sería la novia? Lo dudo, Anabel nunca m habló de la novia de Harry.

¿Gemma? ¡Es su hermana!

Pero que torpe soy. Claro, si me había hecho pasar por su “amiga”.

—¿Estás bien, Harry?— pregunté divertida. Creo que no le gustan las cosquillas.

—¿Puedes venir? Te espero. ¡Adiós, te quiero!— colgó la llamada.

Te quiero.

¿Me quiere? Solo nos conocimos hace un día atrás.

¿Existirá el amor a primera vista como dice él?

No importa. Me levanté y abrí mi armario.

Elegí un short negro, ajustado que marcaba mi trasero, con una blusa blanca que con letras doradas decía ”I'm yours˝ y mis converse, blancas también.

Fui al baño, me cepille mi cabello y me maquille.

Sólo un poco de rimel, base, gloss y una máscara.

Estaba lista.

Tomé mis llaves y salí de mi habitación.

Camine hasta llegar a la de Harry. Había un par de niñas en la puerta del cuarto que estaba en frente del de Harry. ¿Quién estaría allí?

Toque la puerta, una, dos, tres veces. Nadie abría.

Estaba decidida a irme hasta que la puerta se abrió y de allí salio una chica con el pelo azul, casi celeste.

¿Ella es Gemma?

—¡Pasa antes de que sea tarde!— me sujeto del brazo con fuerza, haciéndome entrar para luego cerrar la puerta de un portazo tras ella.

—¿Tu debes ser Cassie, verdad?

—Así es. Me llamo Cassie Williams, un gusto. —dije estrechandole la mano y con una leve sonrisa.

—Me llamo Gemma Styles. El gusto es mio, Cassie. Harry esta en su habitación, la tercera puerta.

—Gracias.

Camine hasta su habitación. Una vez en la puerta de ésta, mi móvil comenzó a sonar.

Zumbido tras zumbido.

Twitter.  Eran mis interacciones.

Lo saqué, rápidamente, y abrí la aplicación.

205 de ellas. Y aumentaba. En cantidades olímpicas.

¿Qué rayos pasaba? Antes de que pudiera ver a que se debían esas cifras, Harry abrió la puerta.

Tenía el pelo alborotado y estaba con una camisa, que tenía los primeros 4 botones desabrochados, y un boxer negro.

—Hola Cass. —sonrió de lado.

—Hola Harry. Muchas gracias por lo de hoy en la mañana, no debías.

—¡Claro que sí! Ven, pasa, tengo algo que decirte.

Asentí con la cabeza, para luego pasar dentro del cuarto de él.

—Sientate. —dijo frío. Algo ocurría, lo pude notar por su ceño fruncido. Sacó su móvil de su mesita de noche y lo desbloqueo.

Buscó algo y luego me lo enseñó.

Me quedé en shock. Eran fotos mías entrando a el cuarto de él.

Muchas de ellas decían «La nueva novia de Harry Styles.» «Espero que la pobre no se enamoré de él. La lastimara.» «Hacen una hermosa pareja» «Ella es una puta.»

Un comentario captó mi atención. Decía algo así: «¡Ella es la amiga de Gemma!»

En que lío me metí. Sé que no podría salir de esta fácilmente.

Miré a Harry tratando de decifrar su mirada. Parecía distraído.

—¿Qué haremos?— pregunté, estaba algo asustada, lo admito.

—¿Tú que quieres hacer? Digo, tienes a Mike en Nueva York. —rodó los ojos. Algo le molestaba. No sé que le diría a Mike. No lo sé.

—¡Hablemos en serio, Harry! Yo lo podré solucionar con Mike, pero esto no se solucionará tan fácil.

—¡Vete con Mike! ¡Qué esperas! ANDA, CORRE A SUS BRAZOS. DILE QUE LO AMAS ¡DICELO! — me gritó tan fuerte que una lágrima corrió por mi mejilla. Nunca nadie me había tratado así. Nunca nadie me había gritado.—. Perdón. No llores. Es sólo que, tengo miedo. Miedo de lo que puedan pensar de mí. No sé si te enteraste, pero hace 4 meses termine con Kendall Jenner. Esto me haría quedar como un chico sin corazón que juega con las chicas. Y yo no soy así. Yo sólo quiero amar y ser amado. ¿Tan difícil es? Mira, yo te quiero. Me gustaste el primer momento que te vi. No pude evitarlo. Odio la idea de saber que tienes novio. Lo odio. Pero las cosas son así. Tú amas a Mike y yo te amo a ti. —bajo la mirada. No lo puedo creer.