Al amanecer

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El primero en despertar había sido Yuuri, una ligera línea de luz que se colaba por entre las cortinas le daba justo en los ojos, la claridad lo hacía querer abrir los ojos, pero al mismo tiempo lo lastimaban un poco. Decidió mantenerlos cerrados y prestar atención a sus oídos, igual no escuchaba mucho, lo típico de la ciudad, autos y silencio matutino. Un olor comenzó a llegar a su nariz, era el olor característico de un alfa pero también era sumamente agradable, ahora podía reconocerlo claramente, olía a pino, aquel olor de pino que se le hacía sumamente conocido, una imagen rápida llego a sus ojos desde su memoria, el día que habían comprado a Gato, el mismo día que lo atacaron, el mismo día que un desconocido con un color de cabello y corte peculiar con olor a pino lo salvo.

Al recordarlo, abrió rápidamente sus ojos, y ahí estaba el color y corte peculiares que alcanzo a "distinguir", debido a que no tenía sus lentes le era más fácil reconocer la misma silueta, aunque en una posición diferente. Seguía sin moverse, quiso hacerlo solo un poco pero entonces se dio cuenta que los brazos de aquella persona lo sujetaban firmemente por la cintura. Era bastante agradable, se movió solo lo suficiente para alcanzar sus lentes sin despertarlo, al colocárselos, vio a Viktor, comenzó a sonreir involuntariamente ¿por qué? No lo sabía, tal vez ni siquiera había una razón, pero estaba feliz, volvió a cerrar los ojos y acerco más sus cuerpos, regresando el abrazo que el hombre mantenía dormido. Coloco su cabeza en la zona del cuello del albino y aspiro profundamente para que el olor de Viktor entrara muy profundamente en su memoria. Su sonrisa se ensancho cuando sintió que Viktor lo apretaba un poco más fuerte a su cuerpo y de igual forma sintió como el mayor aspiraba el aroma que emanaba de su cabello, lo avergonzó, pero al mismo tiempo lo hizo muy feliz.

Estaba decidido, no le importaba verse mal, no le importaba que hubiera pagado por él, no le importaba que la razón por la que se conocieron fuera Antonio, no le importaba ya nada más, ese día, en esa mañana sus sentimientos desbordándose tal vez por el efecto de las feromonas que lo estaban volviendo loco lo hacían no pensar tan racionalmente como era muy su costumbre. Estaba siendo muy como Pichit pero no podría importarle menos.

–Dios! Creo que me gustas, creo que me estoy enamorando de ti

Soltó de repente y muy quedito, más para sí mismo que otra cosa, sintió que el olor en el hombre cambio, aun podía distinguir muy claramente el pino, pero igual le llego un olor algo dulzón y el agarre en el abrazo se apretó aún más, haciéndole notar que el mayor estaba despierto. Murió de vergüenza, no pensaba que el albino pudiera escuchar tal confesión

-Creo que yo también me enamore de ti Yuuri

-Si estabas despierto me lo hubieras dicho

-Si te lo decía, no hubiera podido escuchar lo que dijiste y aun estaríamos planeando una forma de volver a vernos para salir como algo más, esto facilita bastante mis planes. Ya no tendré que buscar una excusa tonta para volver a verte – comento el alfa con una sonrisa en forma de corazón que a vista de Yuuri, derritió su corazón y a toda Rusia en pleno invierno de ser posible

- ¿Y ahora qué hacemos?

-Podríamos preparar el desayuno como la total y muy enamorada pareja que ahora seremos. Ver más películas, para luego sacar a pasear a Makkachin, regresar, llevarte a casa y después contarles a nuestros amigos la total y fabulosa cita de dos días que tuvimos

-Suena muy...

-¿Rápido? ¿Incomodo? ¿No te gusta? – comento el albino con un notorio todo de preocupación

-Iba a decir que sonaba fantástico, ¿entonces esto ya nos hace pareja?

-Supongo que si

-Me agrada– dijo el menor sonriendo, una sonrisa pequeña y algo tímida pero cargada de sentimiento. Viktor quedo maravillado con eso y comenzó a acercar su rostro al del menor, iba a plantarle un beso y Yuuri pudo notarlo, no se lo iba a negar, estaba feliz, sumamente feliz. Estaban a milímetros de juntar sus labios en ese esperado beso matutino cuando sintieron como un gran bulto de pelos y baba se interpuso entre ellos queriendo llamar la atención

Renta de un día - VictuuriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora