El invitado de Pichit

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Medio año habían pasado desde su llegada a Rusia, cuatro meses y medio desde su incidente fuera del supermercado, no había pasado mucho luego de eso, lo más relevante en el último mes y medio fue la primera comida con el alfa de su amigo Pichit. Tal como habían esperado el moreno continúo saliendo con el coreano sexy y Yuuri como toda madre queriendo conocer el novio de su hija, hizo que Pichit invitara a comer al hombre

Pichit lo cito a las 6 por lo que Yuuri tenía toda la mañana y la tarde para hacer el menú. En la mañana salió al supermercado, fue acompañado de Yurio pues este se negaba a dejar salir al mayor solo, compraron lo necesario para preparar un menú sencillo y lo más agradable para el coreano.

La casa ya se veía más ordenada, los juguetes del pequeño minino estaban guardados, el gato en cuestión era muy calmado y dormilón por lo que se encontraba dormido en su cojín, la comida, estaba lista y recién escuchaban el sonido del timbre, lo que les hacía saber que el coreano había llegado

-Llegas justo a tiempo. Yuuri apenas está poniendo la mesa– dijo Pichit viendo a su pareja en la entrada, sosteniendo su abrigo para colgarlo en el perchero– Pasa te presentare.

-Con permiso...- dijo en casi un susurro el coreano

Una vez dentro de la casa Pichit lo guio al comedor donde se encontraban los dos Yuri's terminando de poner los vasos, palillos y cucharas.

-Familia, él es Lee Seung Gil, Seung ellos son Yuuri Katsuki, y Yuri Plisetski

-Yoo- saludo el ruso menor con una jerga muy común de japón, haciendo notar su aburrimiento y el hecho de que solo estaba ahí por obligación y para molestar a alguien en el momento adecuado

-Yuri! tus modales– susurro el japonés en forma de regaño intentado que solo el ruso lo escuchara, cosa en lo cual fallo pues pudo notar una sonrisilla por parte de la pareja, lo cual lo hizo sonrojar un poco por la vergüenza– Encantado de conocerte espero que te guste la comida– dijo Yuuri con una ligera reverencia.

Pasaron a sentarse y se sorprendió mucho de ver los platillos que habían preparado para él. Hacía mucho que no comía como si estuviera en su casa, lo cual lo hizo sentirse como tal. En la mesa se podía ver un plato de huinbap1 en cada lugar, como plato principal, y como guarniciones había, oiseon2, haemul-pajeon3, miyeokguk4, beoseot-jeongol5, gyeranmari6, bulgogi7, baechu-kimchi8 y pescado. Según le dijo Pichit, desde que Yuuri supo que llevaba años viviendo en Rusia alejado de su país natal sin una comida hogareña de esta clase, quiso prepararle algo así.

-Todo está muy rico, gracias– dijo una vez terminaron de comer

– Verdad que sí! el cerdito es el mejor en la cocina– dijeron Pichit y Yurio al mismo tiempo y con el mismo entusiasmo. Después de eso se sentaron en los sillones de la sala donde Yuuri sirvió el té y conversaron un rato con la visita. Yuuri aprobó totalmente al coreano, no pregunto mucho sobre el trabajo del mismo porque sabía que hacer eso sería meterse en la boca del lobo... un lobo llamado Pichit que le insistiría en rentar a alguien, para conocer personas y salir de su soltería "infinita" según las palabras del moreno y no quería.

Pichit despidió a su pareja en la puerta y luego de un beso "disimulado" dejo que el coreano se fuera para cerrar la puerta y tener la sonrisa más grande que nadie le había visto en esa casa.

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Renta de un día - VictuuriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora