Yuuri Katsuki un omega, docente de la guardería y preescolar de Hasetsu acaba de terminar una relación tóxica con un extranjero. Destrozado por todo el tiempo qué pasó, su jefe y amiga Yuuko decide mandarlo a laborar a San Petersburgo donde después...
El mismo día de la cena, en que Yuuri comentaba sobre su propuesta e empleo sin fecha fija en la escuela, descubrieron que de igual forma Pichit también había obtenido la misma propuesta, la cual, ir supuesto acepto. El tailandés les había dado la noticia de que se iría a vivir con Seung, ya llevaban su buen rato juntos como pareja y según lo que Pichit le había dicho le propuso vivir juntos una mañana, así como si nada. ~estaban sentados en un café, Seung leyendo un libro y Pichit tomando fotos como siempre y posteándolas, mientras esperaban por la cuenta fue cuando el coreano aun sin soltar ni separar la vista de su libro le dijo como si nada "¿y si te mudas conmigo?" por supuesto que Pichit se emocionó y dijo que si de la forma más feliz y escandalosa como era común en él~
Todos estaban ayudándole con la mudanza, a llevar sus cosas, acomodándolas, etc.
—A mí lo que realmente me preocupa es que vayas a salir panzón– comentó Yuuri riendo disimuladamente, con una caja de cartón en sus manos, dirigiéndose al automóvil de Viktor (que ayudaba a llevar las cosas de una casa a otra), queriendo hacer una broma, intentando ocultar su síndrome del nido vacío. Ahora solo serían dos en casa y últimamente su gatito salía mucho por las tardes, Viktor también trabajaba por eso no podría estar con él y en las mañanas él tendría que estar en la escuela dando clases. Claro que se sentiría solo.
–Oh! Vamos cerdito, eso no pasara... aún, no te sientas triste, vendré a verte seguido, lo prometo. Yura no hagas que mami llore ¿ok? – decía Pichit dirigiéndose a ambos omegas
–Yo no lo hago llorar, en este momento quien lo hará llorar vas a ser tú!– contesto el rubio
–Ohoo! ¿Quién es la persona que se ha dedicado a salir todas las tardes con quien sabe quién para regresar después de las cenas muy tarde, haciendo que cierta persona se preocupe todos los días?
–Cállate!
Yuuri solo miraba como Pichit y Yuri peleaban como dos niños pequeños, extrañaría tener a Pichit siempre en la casa, pero no era como que se fuera a morir, lo seguiría viendo, solo que con menos frecuencia que antes
–Bueno, bueno ya cálmense los dos– decidió intervenir antes de que perdieran más tiempo en eso– Nadie está haciendo llorar a nadie así que ya se calman
–Está bien– hablaron ambos al unísono como si de niños regañados se trataran
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Después de terminar de pasar todas las cosas a la casa nueva de Pichit, Yuuri se quedó un rato platicando con él, preparando la cena, Yura se había ido como siempre a algún lado, no le preocupaba tanto porque minutos antes de irse le había comentado que se vería con Otabek y él sabía que era buen muchacho. Viktor se había ido a trabajar después de pasar la mayoría de las cosas en su auto.
Eran alrededor de las 7 de la noche cuando Yuuri recibió un mensaje de Víctor en donde le decía que pasaría por él después del trabajo a casa de Pichit. Yuuri estaba en su nube feliz por el simple hecho de recibir mensajes de su pareja, era algo tan simple y cotidiano en su vida, incluso algo sin significado para muchos pero que para él era como un acto de completo amor, hasta que Pichit lo bajo de ella.
