金繕い (Kintsukuroi)

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El tiempo pasó, las horas se hicieron días, los días semanas y las semanas meses. Su relación se hacía a cada momento más fuerte, a los ojos de los demás eran como una pareja perfecta, Viktor pasaba por Yuuri al trabajo cada que podía, lo que era casi todos los días sino es que todos, a veces se iban en auto, otras veces regresaban caminando, platicaban sobre cosas tontas, como programas de televisión, comida, el día laboral entre otras.

Yuuri no podía sentirse más seguro que en toda su vida, aun se guardaban alguno que otro secreto sobre cosas más fuertes y lo entendían, sabían que hablar de ese tipo de cosas llevaba su tiempo por la fuerza y dureza de los hechos y la preparación mental para dar ese paso, más que nada Viktor lo entendía por la personalidad insegura de su pareja, no quería forzarlo a nada que el otro no quisiera, le daba su tiempo y su espacio. Yuuri agradecía infinitamente eso de Viktor.

Las acciones de Viktor, su dulzura, las atenciones que tenía con él, las palabras lindas que le decía, los regalos, cada momento compartido, eran un sueño, todo miel sobre hojuelas, en esos momentos se daba cuenta de lo que era realmente una pareja, una pareja que lo amaba de verdad, en donde sí habían sentimientos y no solo un maldito apego de por medio. No podía sentirse más afortunado de haber encontrado a su destinado.

– ...Te lo digo Yuuri, si no fuera porque su mamá entró hubiéramos... ¿me estas escuchando? Yuuri! te estoy contando la vergüenza mas grande de toda mi vida con mi suegra y decides ignorarme, que cruel– comentaba un tailandés entre un llanto fingido y exagerado

– Si te estoy escuchando, la verdad no sé porque te preocupas

– Ah! lo siento, pero es su madre de quien hablamos, ella me detesta y con lo que paso... uff vaya estoy a un paso de la tumba, peor aún, lo obligara a que terminemos, me citara en algún café y desde que dé un paso en el lugar me observara de pies a cabeza con sus ojos ocultos detrás de unas gafas oscuras y su outfit super cool y beberá de su taza de café con total elegancia, para cuando me siente ella se quedara en silencio y me dirá "termina con mi hijo" yo le diré que de verdad lo amo y ella pondrá un sobre con dinero sobre la mesa y me intentara sobornar pero como no lo lograra después sacara un cheque en blanco y me dirá "pon la cantidad y deja a mi hijo, él debe estar con alguien de nuestra posición" se ira y yo llorare y...

–Dios! Pichit cálmate y respira, debes dejar de ver tantos dramas en la televisión, eso jamás pasara

–¿Como lo sabes?

–Porque su madre te ama

–cierto... pero estaría fabuloso que pasara ¿no crees? – comento con una enorme sonrisa el moreno a lo que el japonés solo rodó los ojos y comenzó a reír por las ocurrencias de su mejor amigo– como sea, mi problema es que ya llevamos casi un año de relación y no veo un anillo en mi dedo ni una cicatriz en mi nuca

– Pichit, ¿no crees que eres muy joven para ser marcado?

–Oh Yuuri, Yuuri, que joven e ingenuo eres, ya deberías estar acostumbrado a mi humor

–Por un momento pensé que hablabas en serio

– Sabes, si me veo con él en una relación a largo plazo y el día que me marque estoy seguro que será el día más feliz de mi vida... ¿y tú?

– ¿Yo qué?

–Oh! vamos Yuuri, sabes a lo que me refiero, básicamente tú y Viktor tienen casi el mismo tiempo de relación que Seung y yo con unas pocas semanas de diferencia y ya casi son como una pareja casada. Aún recuerdo el día que se quedó a comer y Yura trajo a su amigo, ese alto, y Viktor lo celo toda la comida espantando al pobre jajaja

Renta de un día - VictuuriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora