Yuuri Katsuki un omega, docente de la guardería y preescolar de Hasetsu acaba de terminar una relación tóxica con un extranjero. Destrozado por todo el tiempo qué pasó, su jefe y amiga Yuuko decide mandarlo a laborar a San Petersburgo donde después...
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Solo se encontraban ellos dos en casa, nadie iría en todo el día.
–Pero bebé, debemos aprovechar... esta... oportunidad ¿no crees? momentos como este casi no suceden– preguntó el ruso con picardía
–Viktor... por favor...–comenzó el japonés – Viktor! Basta, estoy cocinando, esto es muy peligroso– sentenció el omega
– Pero...
– Cuando terminemos de comer haremos lo que tu quieras, mientras se bueno y ayúdame preparando la ensalada y el agua ¿ok?– terminó de decir para besar la barbilla del alfa
– Esta bien, pero mañana no te quejes si no puedes caminar
– JAJA si amor, no lo haré
Mientras comían el teléfono de Viktor no paraba de sonar, el tono de mensajes ya lo estaba sacando de quicio, nunca le había gustado cuando utilizaban el teléfono en la mesa, se suponía era una hora familiar y es una falta de respeto para todos en la mesa, esa siempre era razón de regaño para Yura. Viktor podía notar el desagrado en la cara y olor de su pareja, intentó ponerlo en vibrador pero el ruido de las vibraciones con la mesa se seguían escuchando.
–Deberías de contestar, debe ser algo importante del trabajo
–Lo siento amor, no tardare
Pero Viktor sí había tardado, Yuuri intento esperar lo más posible para seguir comiendo con su pareja, intentó comer despacio, pero Viktor no salía de su oficina. Terminó de comer y limpió la mesa, guardo la comida en el refrigerador, lavo los trastes sucios, se sentó en el sillón de la sala y puso una película, pues se había cansado de esperarlo en la mesa. Se preocupo pues su pareja casi no había comido. Estaba un poco enojado, nunca le había gustado comer solo, era un pequeño trauma de su adolescencia, se levantó del sofá y regreso a la cocina, se preparó un té de bugambilia y para su esposo hizo un sándwich y un café no muy cargado. Con todo preparado, se dirigió a la oficina, se detuvo un momento en la puerta para tocar y pasar pero, antes de que algo ocurriera no pudo evitar escuchar la conversación de Viktor.
–Sí, aparentemente en el año XX13, Miguel Costello comenzó a dejar el mando en su hijo menor Antonio Costello, es un negocio familiar así que era lógico que ocurriera. En ese mismo año la mafia italiana y la japonesa estrecharon lazos. Según el informe al año siguiente Miguel murió y dos meses después de eso se supo de un caso de trata y prostitución de omegas y betas, pero la policía local no pudo comprobar nada porque no tenían evidencias suficientes. Georgi me dijiste que acaban de encontrar más información
–Sí Viktor, descubrimos el caso de tres hombres omegas y dos mujeres betas, con los cuales se relaciono Antonio por esos tiempos
–Necesito más información qué eso
– Primero está Akira Fujimoto, era una niña beta, huérfana y adoptada en el XX03, Hanako Himura también beta, tercera hija del matrimonio Himura, Hiroshi Fujioka, omega, hijo único, Kenji Miyamoto, tercer hijo omega y Yuuri Katsuki segundo hijo, omega. Todos estudiantes de la preparatoria privada en la prefectura de Saga, Kyūshū. Misma escuela en la que también estudió Antonio. Todas parejas de Antonio, pero su relación más duradera fue con Yuuri Katsuki, encontramos los registros médicos de las 5 exparejas
