03. pijama party.

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—No tienes tareas pendientes, ¿verdad?— fue lo primero que escuchó de un atento Do Kyungsoo al abrirle la puerta de la casa el viernes por la noche. Negó con la cabeza y se hizo a un lado para dejarlo pasar, éste soltó su cargada mochila en el piso de la sala y fue al baño mientras ella se daba la tarea de inspeccionar toda la comida que había llevado para su especie de pijamada.

Anteriormente, cada que podían se reunían un sábado para ver películas y comer chatarra hasta llenarse como piñatas, contar como les había ido en la semana y en ocasiones, incluso hacer peleas con almohadas, rayos lásers de starwars —que coleccionaba Kyungsoo—, cojines o cualquier cosa que tuvieran a la mano, pese a lo entretenidas que podían ser, estas reuniones cada día se hacían menos frecuentes por las ocupaciones que cada uno tenía, así que terminaron escogiendo los viernes después de clases con la promesa de que no debían dejar morir los viernes felices entre los dos. Algunos adultos opinarían que era algo bastante... ¿inseguro? Dejar a dos adolescentes pasar la noche juntos, pero realmente Kyungsoo llevaba escrito la palabra 'hermano' en la frente cada que estaba con ella, y de cierta manera, Hana sabía que ella igual para él, así que a la madre de Kyungsoo realmente le daba igual a estas alturas permitirle ir.

Sonrió de oreja a oreja cuando encontré una bolsa de mini hershey's en su mochila y decidida la tomó para abrirla sin cuidado, justo en el momento que él se la arrebató de las manos.

Se rió en el momento que la menor se arrodilló frente a él con un puchero y sus manos juntas pidiéndole de regreso aquella delicia, seguro le parecía infantil, pero entre ambos, él era el que usaba una gran camiseta negra con un oso dibujado en ella, uno de sus gorros con orejas colgantes y sus lentes redondos.

   —Para la película. — soltó llevándose el paquete lejos de la vista hacia la cocina, la rubia hizo una mueca cuando lo siguió y lo vio colocarlo en una alacena demasiado alta para su gusto -y tamaño. - Se deshizo de su caro reloj cuando comenzó a sacar los ingredientes para ahora hacer panqueques, adoraba su comida pero ella era muy mala para ayudarlo, así que sólo se sentó en el mesón y lo observó preparar todo. —¿Estás sola? ¿Dónde está la señora Young?— la sola mención del nombre le hizo rodar los ojos.

   —Te dije que no hablaras de ella de forma respetuosa, Kyung. Es una bruja, se trata como bruja. — él hizo una mueca mientras rompía dos huevos en la masa y los agregaba en la batidora.

   —Es tu madre, Harin...— comenzó a hablar, pero ella ya sabía lo que venía, así que lo hizo callar. 

   —Y no puedo cambiar eso. Solo no la trates como si le debieras respeto. Ni siquiera yo lo hago. — la conversación terminó allí, todo había quedado en silencio hasta que él encendió la batidora e hizo que un poco de masa salpicase en la encimera, su delantal (que por suerte se puso) y en la cara de su mejor amiga, y eso fue suficiente para hacerlos reír por un rato en el que por supuesto, se mancharon un poco más de masa para panqueques hasta volverse un desastre, lo que la obligó a ir a bañarse y dejarlo solo. Cuando regresó con el cabello goteando y su pijama ya puesta, Kyungsoo tenía dos lindos platos con su cena lista y un vaso de chocolate para cada uno. Sonrió grande y corrió para empezar a comer hasta que él volvió a hablarle.

   —Ve a secar tu cabello, es de noche, hace frío y te enfermarás. Si no lo haces, yo lo haré. — y así, gracias a su berrinche, hambre y flojera, Do Kyungsoo terminó refunfuñando mientras pasaba secador y peine por el largo cabello de su amiga mientras ella comía su deliciosa cena. Era delicado y atento, dulce y tierno y eso la hizo cuestionarse.

   —¿Por qué no tienes novia, babe?— escuchó su risa pero ella estaba convencida de que no había dicho ningún chiste, levantó el vaso de malteada achocolatada sobre su cabeza para que él pudiera beber de la pajilla sin tener que dejar su tarea en las hebras casi secas.

REJECT ME ー OH SEHUN. [en edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora