Alguna canción de la década de los noventa sonaba en la radio, combinando muy bien con el alma antigua que tenía Henry, pero no con su elegante y nueva camioneta que conducía. Los dedos de Hana tamborileaban sobre la ventana mientras veía pasar con velocidad las calles de su ciudad, fue entonces cuando le cuestionó cómo es que él había logrado pagar un lujo de ésa magnitud, sin embargo, no dejó que aquello le desviara del tema principal: ellos.
—Todo comenzó cuando te conocí. —habló sonando como un hombre de la cuarta edad apunto de contar una repetida historia sobre su época en la guerra. Quiso reír.
Hana conoció a Henry Lau cuando se mudó al vecindario, era nueva y pequeña, y él no dudó en acercarse a ella como bienvenida, a partir de ahí, se hicieron fantástico amigos, y aunque en su último año antes de graduarse su madre había tomado la decisión de mudarse más cerca de su cafetería, él y ella jamás se separaron. Fueron mejores amigos en el acto.—Eras y todavía eres la niña de mis ojos, ¿lo sabías, no? Te veía como mi hermanita menor, sentía la necesidad de cuidarte a cada instante. —Henry Lau podría ser un desastre, pero cualquiera que lo conociera de podría dar cuenta del instinto de protección que posee—. Por eso te rechacé en ése entonces. No pensé que años después me iba a arrepentir tan mal.
El pequeño chico rubio no tardó en querer velar por ella, jamás había presenciado un cariño de alguien más con el que no compartiera lazos familiares. Era la primera vez y Henry se convirtió en su crush, y pese a todo, la había rechazado cuando todavía eran unos pequeños.
Cayó en cuenta que sólo habían dos hombres en el mundo que la habían rechazado directamente, y uno de ellos actualmente sentía algo ella.—Luego conocí a Chanyeol. —prosiguió. Escuchó como una tonada más movida comenzó a sonar en la radio—: ¿Lo recuerdas? Tuve que saber que el chico sería un problema sólo al notar cómo nos conocimos.
Henry siempre estuvo dos años adelante, así que eso impresionaba a muchas chicas de su salón y ahuyentaba a otros muchachos que intentaban coquetarle, varios incluso inventaban rumores de ambos, pero jamás le preocupó. A Henry, por lo contrario, le gustaba caminar con la frente en alto, lleno de orgullo y sin tolerar el mínimo chisme a sus espaldas, pero era tan popular que los comentarios de él —verdaderos o falsos— no se hacían esperar. Gracias a ello, llegaba al siguiente suceso: su amigo tan bondadoso, había estado ayudando a una chica en vacaciones de su segundo año con lecciones de guitarra, si su memoria no le fallaba, su nombre era Misa Takami, una hermosa japonesa, novia en ése entonces de Kim Junmyeon, un chico que tenía tanto dinero como belleza. Al regresar a un año escolar nuevo, en mi primer día de clases como alumna oficial de primer grado, Henry se metió en una pelea por un falso rumor que había llegado al chico Kim, que decía que su rubio amigo había estado aprovechándose de las lecciones para pedirle pequeños favores a Misa. Luego se descubrió que era mentira, por supuesto, la japonesa y sus amigas se habían dado la tarea de esparcir el rumor porque Henry la había rechazado también, sin embargo, antes de que se descubriese la verdad, el grupo de Kim se enfrentó contra Henry Lau en los pasillos. Aunque haya comenzado como una pelea individual, al ver que Junmyeon no llevaba nada de ventaja, salió a relucir un chico alto, con hombros firmes y brazos trabajados, que con un sólo golpe logró hacer el daño en el rostro de Henry que Kim no pudo. Park Chanyeol poseía el mismo —o probablemente mayor— instinto de protección que su mejor amigo, era tan fuerte como mil elefantes y más fiel que un perro. Al menos así lo veía su yo de primer año, cuando, con un izquierdazo, ése chico nuevo de su mismo grado había hecho sangrar la ceja del apuesto y popular Henry Lau, claro que nadie más se esperó que Henry se lo devolviera y le terminase rompiendo el tabique de la nariz. Recuerdaba los gritos de las personas cuando su pequeño cuerpo abrazó por detrás al rubio y evitó que siguiera haciéndole daño.
—Defendiste a Chanyeol.
Había estado repasando la historia justo como ella, le miró sonreír de medio lado sin despegar la mirada del camino. Hana negó encogiéndose de hombros.
—No quería que ganaras una expulsión. —y no mentía, no lo reconocía en aquel momento, tan imparable y violento, no hizo más que detenerlo, luego lo alejó del más alto apesar de no conocerlo. Temía ver más sangre
—Hiciste bien. Nos hicimos amigos mientras esperábamos a que el director terminara una reunión. Entre todo el alboroto de la pelea, no noté que Chanyeol llevaba bajo el unifotme una camisa de Guns N' Roses, comenzamos a hablar y nos disculpamos. Me fuese gustado darme cuenta de que era un buen sujeto antes de partirle la nariz. —soltó una carcajada, sus dedos danzaron por el volante. No pudo evitar acompañarlo con una risita pequeña.—Chanyeol era igual de desmedido que tú.
—Era y es más desastre de lo que yo puedo ser, ¿alguna vez te mencioné lo que me dijo cuando nos conocimos? —negó y él prosiguió— “Me has dañado la mano pianista. ” —entonces Hana volvió a reír.
Nada la había extrañado más cuando miró como las cosas se solucionaron con un par de horas, al día siguiente, casi se ahoga al ver que el chico alto aparecía riendo en el descanso con Henry.
—También recuerdo que él juraba que lo que tuvo contigo había sido amor a primera vista. Lo ilusionaste al salvarlo de recibir una paliza y comenzó a insistirme para que te lo presentara.
Fue entonces cuando su sonrisa se volvió más suave, expresando la ternura de aquellos momentos. Por alguna razón, Chanyeol y ella compartían todas las clases en su primer año, pero no le habló hasta que Henry los presentó formalmente, después de ahí, no hubo una sola clase en la que él no intentara sacarle un tema de conversación. Hana era tímida y le costaba seguirle el paso en una plática, pero jamás lo consideró molesto, diría que fue algo más como... Adorable.
—Fueron novios por bastante tiempo, y yo los apoyaba, los quería a ambos, mis dos mejores amigos siendo pareja, fantástico...—tenía una sonrisa floja dibujada en sus labios, no estaba del todo feliz como se debería— Cuando los veía abrazarse y besarse sentía algo extraño en mi pecho, me mantuve en silencio cuando me dí cuenta que se debía a que me gustabas, pero no tuve problema en mantener la boca cerrada. Nunca se lo dije, pero estaba seguro que Chanyeol ya lo sabía, tú eras la única que no se daba cuenta de que también me gustabas.
Calló. Henry Lau jamás le había dado ni un indicio, ni una pequeña pista de sus sentimientos por ella, de todas formas no era como si con eso fuera a pasar algo, Hana estaba locamente enamorada de Park Chanyeol.
—No debía olvidar que tú eras mi mejor amiga antes, pero debía ser fiel, tomé decisiones que creí correctas para protegerte, cosas simples como mantener mis sentimientos a un lado, darte consejos sinceros cuando los necesitabas... guardar secretos para no herirte. —supo en un instante a lo que se refería. Su mueca de desacuerdo se hizo presente antes de poder darse cuenta, justamente él la miró con una disculpa en el brillo de sus ojos— Chanyeol pidió mi ayuda aquél día y yo no pude negarme, sé que no fue justo para ti, pero tampoco era lo mejor. Y... Aún cuando ustedes habían terminado, yo sólo ocupaba el puesto de consejero, no podía dar un paso hacia a ti. No veía correcto querer coquetear contigo cuando tú y él tenían el corazón roto.
Asintió. No sabía qué más hacer, era un tema de hacía tan sólo unos meses, pero todavía no podía controlar sus emociones cuando llegaba el momento de hablarlo.
—Aún creo que es algo inapropiado... —sonrió a la nada. Estacionó su camioneta justo frente a la hermosa cafetería que mantenía su madre, y luego le dirigió una mirada para guiñarle un ojo con encanto— pero no puedo evitar el que me gustes.
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REJECT ME ー OH SEHUN. [en edición]
Fanfiction»Min Ha Rin podía pertenecer al equipo de porristas, podía ser rubia, podía ser bonita, podía ser deseada e incluso podía ser coqueta; pero lo que no podía era dejar de ser tan torpe, ingenua, inocente, y no podía dejarse rendir fácil. No era la típ...