16. Au clair de la lune.

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     —Tal vez estés exagerando todo.

     —¿Por qué no hablas con él de una buena vez? — secundó Lisa.

     —Es hora de acabar ése capítulo de tu vida. — finalizó Nancy.

   Después de una larga y ardua práctica de animación se encontraban en los vestidores femeninos, su terrible humor era completamente evidente y no se hicieron esperar las preguntas de aquellas amigas. Ante ello, y no encontrar ninguna excusa, conociendo lo intensas que eran para lograr saber la verdad, Hana sólo les contó que tenía cosas pendientes de las qué hablar con Park Chanyeol, su ex.

    —Hana, no quiero ser indiscreta, pero, ¿por qué no quieres acercarte a él? es decir, ¿lo odias? ¿tan mal terminaron? —cuestionó Lisa.

   —Pues, mi ex es un imbécil y si lo veo en la calle caminando hacia mi dirección, cruzo de acera. —rió Nancy. Le sonreí, pero luego negué con mi cabeza.

     —Chanyeol no es un idiota como todos los demás. Él es un angelito. —musitó intentando no recordar los momentos en los que solía compararlo con uno. Él respondía con una sonrisa traviesa y luego la besaba, alegando que era más como un 'demonio'.

  Estuvo de más recordarlo.

    — Yo tampoco quiero ser indiscreta, pero Hana hay algo que me está devorando la mente. —Nancy se sentó en una de las bancas de madera pulida de los vestidores y la miró algo seria, con intriga— ¿Cuáles rumores son ciertos? 

  Hana calló, no esperaba que una pregunta como ésa saliera a la luz. Lisa la miró extrañada, por supuesto, la chica había llegado este mismo año al instituto, probablemente no sabía nada de lo que Nancy se refería. Cerró la puerta del casillero que tenía asignado y tomó su bolso, saliendo de los vestidores.

   No la miró después de eso.

 Los rumores.

      "¿Por eso faltó tanto?"  "¿Dónde se encuentra el sol del equipo de fútbol?" "Escuché que estuvo de viaje. "   "A mi me dijeron que debe graduarse antes para atender la compañía de su padre" "Está en Japón" 

        " Park Chanyeol intentó suicidarse el año pasado. "

   —¡MINNIE! 

 Jongdae casi se abalanza sobre ella cuando la vio en el pasillo. Rodeó como pudo sus hombros y le abrazó de igual forma, dejando que la contagiara un poco de su ánimo. 

  —¿Sabes? la fiesta de Sehun será pronto, espero puedas asistir. No, no, ¡vas  asistir! ¿cierto? —la convenció como un perro esperanzado. Sus ojos brillaban en ternura. Cuando la pelirroja desvió su mirada un par de segundos se encontró con el rubio Oh estaba hablando plenamente con Seulgi, recibiendo un beso de la morena en la mejilla antes de irse. Asintió sin dudar a la petición de su amigo.

  —Te veré ahí. —él le sonrió ampliamente, dio un pequeño brinco y besó su frente.

  —No podría ser una buena fiesta si no estás ahí. —finalizó antes de darse la vuelta, despidiéndose con su mano. Hana apresó su labio inferior entre sus dientes y le llamó, no queriendo que pensara algo extraño.

   —¡Chen! uhm, ¿sabes dónde está Yeollie? —quiso morder su lengua cuando preguntó. No pasó desapercibida su mueca de sorpresa, sin embargo, Chen la reemplazó con una sonrisa dulce.

 — Donde más le gusta estar.   

 Y se dio la vuelta, siguiendo su camino.

  Suspiró, haciendo sus manos puños se fue. Nerviosa era poco para lo que estaba cuando se encontraba frente a la puerta del salón de música. Podía oír melodías desde afuera, suaves tocadas de guitarra, que cesaron pronto. Reemplazadas por piano. Desde afuera en el solitario pasillo, pudo reconocer la canción de la que se trataba. 

  Y su gruesa voz se lo confirmó. 

One more time...

 Tocó dos veces y abrió la puerta, el sonido le hizo darse la vuelta y admirarla con sorpresa.

      — Hana..

      — Yeollie. 

  Tragó saliva, parpadeando. Como si no pudiera creer que estaba de pie frente a él. Caminó un par de pasos hasta sentarme a su lado, rozando las yemas de los dedos contra las teclas del piano. Le miró y sonrió suave. 

    —Hana... —volvió a susurrar. Esta vez la pelirroja le regaló  una sonrisa burlona, queriendo reír. 

  —Me queda claro que sabes mi nombre. 

  — Hana.. Es que, mh, perdón. — aclaró su garganta y miró a un lado, casi sonrojado — ¿Qué haces aquí? 

  —Te extraño. — contestó sin rodeos, sin temor a ser malinterpretada. Una vez más, tuvo el placer de admirar su expresión sorprendida. Se quedó callado, no supo por cuánto. Unos segundos, minutos, hasta que sonrió.

   —Te he extrañado mucho más. — pero sonrió con nostalgia. Negó levemente.

  —No se trata de quién extrañó más, Yeollie. ¿Por qué siempre vuelves todo una competencia, eh? —su risa suave hizo contraste con la grave y ronca carcajada de él.

   —Lo sé, lo sé. Lo siento. — la miró y colocó un mechón detrás de su oreja sin ninguna otra intención. —Pero yo sí te extrañé más. 

  Hana asintió sin decir mucho más. Ya no sabía qué podía salir de sus labios.  

   —Gracias y lo siento. —habló él. Cuando lo miré sin entender, se apresuró a explicar—. Lo siento por nunca tener el valor de dar el primer paso, y gracias por ser tú la que siempre lo dé.

    Creyó haberse sonrojado. En ése momento tocó un par de teclas, dando una suave melodía. Pensó que ya no le hablaría más, así que se levanté y se alejé tranquilamente, con un extraño afecto en el pecho. 

— Hana. — escuchó su voz.  —Dame otra oportunidad.

  Se quedó muda. Tuvo que girarse para verle apenada.

— Chanyeol, yo...

— Como amigos. —pidió. El ceño se suavizó y afirmó. Él tomó su mochila y caminó hasta ella entonces, también llevó la mochila femenina sin siquiera preguntarle. Abrió la puerta del salón, ocultando una sonrisa.

—Te acompaño a casa.

REJECT ME ー OH SEHUN. [en edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora