11. change.

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   —¡Adiós, chicas!— se despidió tomando su mochila. Iba a llegar muy tarde pero sabía que él lo entendería.

   —¡Cuidate! Dale saludos de mi parte. — asintió antes de salir. Subió al auto de camino a casa. Una vez allí tocó, pero nadie estuvo ahí para abrirle. Volvió a hacerlo pero fue igual.

   "¡Hola! Éste es el número de... "

   Colgó, la contestadora.

  Se frustró al pasar un largo rato sin saber qué era de él, y cuando decidió partir, recibió un mensaje.

    "Ven al hospital, Hana. "

      Con eso cambió por completo y dió un giro a la ruta apenas tuvo la oportunidad. Una vez allí, su rubio mejor amigo esperaba en la recepción con sus manos dentro de sus bolsillos, algo encorvado con la mirada perdida en la punta de sus zapatos. Reaccionó apenas lo llamó y le sonrió, sin embargo se notaba que no estaba igual de feliz que siempre. Preocupado e inquieto. Le hizo un ademán y lo siguió hasta el ascensor preguntándole qué había sucedido pero no obtuvo respuesta. En el piso indicado no visualizó a ningún familiar y quiso tranquilizarse pensando en que tal vez no era nada malo. Henry la guió a la puerta y le alentó a pasar.

   —Me quedaré afuera. — lo escuchó antes de tomar la perilla y entrar. Su corazón se resquebrajó después de agitarse en su pecho. La piel se le puso de gallina, reaccionando al fuerte aire acondicionado de la habitación, aunque bien sabía que eso era obra de las emociones saltando por todo su cuerpo. Con rapidez se acercó a la cama y sus ojos se inundaron de lágrimas. No sabía qué había sucedido pero eso no evitaba que tuviese un mal presentimiento al verlo de ésa manera.

   —Llegas tarde. — bromeó, lucía pálido y cansado pero a pesar de eso le sonrió. Sujetó su mano y asentió efusivamente. Incapaz de controlar las emociones y dejando lágrimas desbordarse.

   No llores.

   —L-lo siento. L-las chicas, bueno, ell-as... — la voz salió desequilibrada, cerró sus ojos y tomó aire — ¿Qué te pasó?

   Chanyeol le volvió a sonreír y colocó un mechón de cabello detrás de su oreja. Apretó sus labios en una línea recta que luego volvió a curvear.

   —Nada. — negó con su cabeza, vió como su mano izquierda terminaba en su estómago, dándole un indicio. Enfrentó sus ojos, inquieta.

Mentira.

   —Por favor, si está pasando algo yo... — Henry abrió la puerta y se unió a ambos. Obtuvo la misma mirada inquisitiva de su parte.

   —Sólo fue un lavado de estómago, Hana. — el rubio colocó una mano en su cabello, no dejó de mirar al chico en la cama buscando una confirmación. Él asintió.

   Te mienten.

   —¿S-seguros? ¿Todo está bien?— asintieron. Fue como si quitasen un gran peso de su espalda. Se giró y le dio un golpe al rubio en el hombro alivianando el ambiente, se quejó. —Esto es por preocuparme excesivamente.... Y tú... — le apuntó al otro, se hincó a la cama y acarició sus mejillas, besando su frente, bajando por su nariz y terminando en sus labios en un beso lento, pero no muy duradero. —Por preocuparme también.

REJECT ME ー OH SEHUN. [en edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora