Si hubiera sabido que todo mi mundo cambiaría por ese chico castaño de gorra que es integrante de una banda llamada CNCO definitivamente no se los creería. Sonará raro pero mi trabajo o pasión es juntar a las personas en el camino del amor, soy una...
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-¿Qué haces aquí?.-Le pregunté mientras corría hacia él para darle un abrazo.
Con tal sólo escuchar la voz de Christopher, me sentí demasiado feliz. Yo sabía que James estaba allí, pero que más da, es decir, Chris era el chico de mi vida, el chico por el cual sentí algo que nunca sentí por nadie.
-Paseaba.-Simplemente respondió.
-¿Paseabas?.-Le pregunté levantando las cejas.
-Ok ok si, viene a ver si te encontraba, y al parecer logré mi objetivo.-Dijo antes de darme otro abrazo.
-Mia.-Interrumpió James.
-Ah, bueno... Ustedes.-El chico de ojos azules me interrumpió.
-Ya nos conocemos.-Aclaró James.
-Si.-Recalcó Christopher.
Se sentía un ambiente tenso, ellos se mataban con la mirada, yo no podía estar más incomoda en ese momento, me sentí entre la espada y la pared aunque, los dejé que se siguieran matando con las miradas por unos segundos, lo único que hacía era contemplarnos y luego los interrumpí.
-Chicos.-Les dije para llamar su atención.
-¿Qué?.-Dijeron los dos al mismo tiempo sin quitar la mirada uno del otro.
-¿Podrían dejar de matarse con la mirada un segundo?.-Les dije soltando una risita.
En ese momento los dos chicos me miraron causando que me sonrojara pero, tenía que decir algo para que me dejaran de mirar.
-No me miren así.-Les dije cruzando los brazos.
-Eres hermosa ¿Como dejar de mirarte?.-Dijo Christopher con una sonrisa.
La sonrisa de Christopher era la más hermosa que había visto en toda mi vida, tenía una chispa que en verdad hacía que todo mi cuerpo temblara con tan siquiera verla ¡Era hermosa!.
-Ok, ¿Le vas a hacer caso al niño famoso?.-Preguntó James cruzando los brazos.
-Miren quién habla, yo seré un cantante pero tu eres un don nadie.-Dijo Christopher soltando un carcajada.
-Ya valiste.-Dijo James acercándose a Chris.
James hizo un puño con su mano, el cual estuvo a punto de conectarse con el rostro de Christopher, pero el castaño reaccionó dándole un puñetazo en el rostro al chico de ojos azules, haciéndolo caer.
-Oh, dios...
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