Si hubiera sabido que todo mi mundo cambiaría por ese chico castaño de gorra que es integrante de una banda llamada CNCO definitivamente no se los creería. Sonará raro pero mi trabajo o pasión es juntar a las personas en el camino del amor, soy una...
—Eres linda, más bien, eres bellísima y la primera vez que te vi, supe que tu serías la chica por la que moriría de amor —Soltó y sonrió.
— ¿Enserio? —Preguntó Janice con una sonrisa.
—Sí, y yo quisiera salir más contigo —Hizo una pausa— ¿Tú quieres salir conmigo?...
—Obvio, obvio que quiero —Respondió ella con una sonrisa de oreja a oreja.
— ¡Erick! —Exclamaron tres chicas al ver al muchacho que estaba sentado junto a Janice.
—Hola —Saludó Erick muy amable.
— ¿Podemos tomarnos una foto contigo? —Preguntó una de las tres chicas que estaba muy emocionada de verlo.
—Claro, princesas —Dijo él mientras se levantaba del sofá.
Mientras ellas se tomaban no una, millones de fotos con Erick, Janice los contemplaba pues tardaban una eternidad. Al terminar la sesión de fotos, el muchacho se volvió a sentar al lado de Janice pero esta vez, invadiendo un poco su espacio personal.
—Perdón si me tardé —Se disculpó el cubano.
—No te preocupes, eso te debe pasar siempre...
—De hecho sí, y entonces... ¿Quieres salir conmigo como... En una cita? —Preguntó Erick con una sonrisa.
—Por supuesto que sí —Hizo una pausa— Como en una cita...
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— ¿Dónde están Christopher y Erick? —Le preguntó Renato a los tres chicos en la habitación del hotel.
