Si hubiera sabido que todo mi mundo cambiaría por ese chico castaño de gorra que es integrante de una banda llamada CNCO definitivamente no se los creería. Sonará raro pero mi trabajo o pasión es juntar a las personas en el camino del amor, soy una...
¿Alguien sabe a cuál canción pertenece esa frase? Yo sé que siiii xD
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Dos semana después...
Christopher se encontraba con sus compañeros quiénes eran los chicos que conformaban a CNCO, estaban alistándose en la habitación del hotel, el ecuatoriano estaba muy feliz por que yo saldría del hospital y volveríamos a estar juntos como antes, y nada ni nadie podrá separarnos de nuevo.
-Es increíble que Mia y Renato salgan del hospital el mismo día ¿No?.-Dijo Joel mientras se amarraba las agujetas de sus zapatos.
-Si, pero debemos buscar a Renato de inmediato, ya saben cómo es él, así que hay que llegar puntuales.-Dijo Richard.
-Cierto, después de todo lo que sucedió creo que Renato espera a que llegue la calma después de la tormenta.-Agregó Miranda.
Christopher asintió con la cabeza- Si, y cambiando de tema... Vi a Zabdiel muy cercano a Mónica.-Dijo el ecuatoriano con un tono de voz burlón.
Zabdiel estaba arreglándose la camisa y volteó rápidamente observando el rostro de Christopher, frunció el ceño y luego su pulso se aceleró- Deja de... Deja de decir locuras, Chris -Hizo una pausa- No puedo negar que ella me cae bien pero, sólo la veo cómo una amiga... Nada más.-Dijo el boricua tratando de que su tono de voz simulara desinterés.
-Auch... La dejaste en la Friendzone, amigo.-Dijo Erick.
-Igualmente cómo le hizo Mia a Christopher.-Se burló Richard.
-Gracias, Richard... Que buen amigo eres.-Dijo el ecuatoriano de manera sarcástica y con una sonrisa fingida.
-Lo sé, Vélez.-Dijo el dominicano de manera graciosa.
-Muy bien, chicos... Ya es hora.-Dijo Joel desde el umbral de la puerta.
Los chicos salieron de la habitación, bajaron a la planta baja del hotel donde vivían durante meses. Subieron a la gran camioneta negra y en un par de segundos estaban en el hospital donde Renato iba a ser dado de alta, Miranda estaba tan feliz ya que el hombre de gafas negras estaba de vuelta.
Renato los estaba esperando en una silla de ruedas junto a la madre de Erick, los chicos lo ayudaron a subir a la camioneta y cuando ya todos estaban dentro- Te extrañamos demasiado, Renato.-Dijo Miranda con una sonrisa en sus labios.
-También te extrañé, cariño.-Dijo el hombre de gafas negras.
Erick rió- Hey Renato, dios... Estás de vuelta para humillarnos y hacernos Bulling.-Dijo el cubano haciendo muecas graciosas que simulaban tristeza.
